El Real Madrid superó con triunfo su visita al Estadio de Gran Canaria, en un partido de la Jornada 30 de Primera en el que los blancos dejaron en casa piezas importantes de cara al partido de Liga de Campeones contra la Juventus y ganaron gracias al doblete de Bale y al de Benzema.

Sin Cristiano Ronaldo, Kroos y Marcelo por decisión técnica, Carvajal por sanción y Sergio Ramos e Isco por molestias musculares, los tantos de Bale y del capitán Benzema sentenciaron el desplazamiento merengue al estadio de un rival en descenso.

En un duelo abierto desde el inicio, la pegada de los de Zinedine Zidane acabó por ser decisiva para decantar el signo del partido. En un arranque con ocasiones para ambos equipos y con los canarios tratando de presionar en campo contrario, un balón al espacio de Modric dejó el campo abierto para la carrera de Bale.

El galés, en el mano a mano con Chichizola, no falló y marcó por segundo partido consecutivo, en una semana en la que también cosechó un 'hat trick' con su selección. Sin embargo, en la misma jugada, los blancos sufrieron la lesión de Nacho, que tuvo que retirarse lesionado instantes después por una torcedura de tobillo.

El gol aturdió a los locales, que no supieron responder y vieron alejarse una jornada más los puntos que les permitan soñar con la permanencia. Además, aún antes del descanso, Calleri derribó en el área a Lucas Vázquez y cometió un penalti que Benzema se encargó de transformar, en su partido 400 con el Real Madrid.

Tras el descanso, los cambios de Paco Jémez volvieron a dar aire a los locales, devolviendo el guión inicial al césped. Como en el inicio, una nueva llegada de los madridistas apagó el fuego insular, cuando Bale marcó desde los once metros una pena máxima cometida sobre él mismo.

Con tres goles de ventaja, Zidane se permitió seguir pensando en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra la Juventus y dio descanso a Casemiro y Modric, dando entrada a Kovacic y Llorente. La relajación posibilitó que los locales tuvieran oportunidades, con un remate alto de Expósito y un cabezazo de Calleri al larguero como ocasiones más claras. En el Madrid, Bale y Benzema continuaron generando oportunidades de peligro, pero no lograron variar un marcador que ya no se movió.