El bochorno de la violencia en el deporte alcanzó el pasado martes al fútbol sala provincial. Sucedió durante el duelo alevín entre La Amistad 2000 B y el San Lázaro B, cuando el árbitro, Manuel Mena, se vio obligado a suspender el encuentro por culpa de un intento de agresión contra su persona en el contexto de una discusión por una jugada polémica.

Los hechos sucedieron cuando estaba a punto de llegar el descanso. El partido marchaba 1-1 cuando el colegiado decretó una falta indirecta a favor del San Lázaro tras una cesión al guardameta. La acción acabó en un gol muy protestado por el banquillo y los padres de los jugadores de La Amistad 2000, que entendían que el tanto no debería haber subido al marcador.

En estas se armó una pequeña trifulca que concluyó con un intento de puñetazo al colegiado por parte de uno de los miembros del banquillo de La Amistad 2000 B. El árbitro decidió entonces dar por suspendido el choque sin que se disputara el segundo tiempo.

El Club Deportivo La Amistad 2000 mostró ayer sus "más sinceras disculpas" al colegiado del partido y quiso expresar su "repulsa más contundente por todos y cada uno de los hechos ocurridos en el encuentro y que llevaron a la suspensión del mismo, entendiendo que, con acciones como las acontecidas, lo único que se genera es desprestigio para los actuantes y una total falta de buen ejemplo a los ojos de los verdaderamente importantes, los niños que como jugadores de fútbol que son, adoran este deporte"