El Zamora CF volvió a evidenciar el domingo uno de sus mayores problemas en los últimos tiempos, una falta de gol que les obligó a firmar las tablas ante el colista (0-0) y eso que ocasiones para abrir el marcador no faltaron ante el segundo equipo que más encaja del grupo VIII de la Tercera División, el San José de Soria.

Prueba de este mal momento que atraviesa la plantilla de la entidad del Duero en el aspecto ofensivo es que el Zamora CF se ha convertido en la segunda vuelta de campeonato en el tercer equipo menos goleador del grupo con seis tantos en diez jornadas, un coeficiente muy pobre y solo empeorado por el Real Burgos, que lleva tres tantos en este 2018, o el propio San José, que ha visto en cinco ocasiones portería rival en este segundo acto de la Liga, mientras que la Cebrereña también lleva media docena. La realidad es que en este ranking los rojiblancos se codean con rivales de la zona baja de la clasificación y, además, acumulan ya un mes y medio sin ganar, una realidad que no hace más que poner de relieve la crisis zamorana, al menos en cuanto a resultados se refiere. Además, ha habido cuatro encuentros en este 2018 en el que el equipo no ha conseguido abrir el marcador, un hecho que les ha lastrado en la clasificación y que les ha llevado a plantarse en el mes de marzo con la temporada prácticamente finiquitada.

A este respecto el entrenador sí hizo hincapié en que en el último compromiso el equipo generó ocasiones y tuvo opciones de gol, no solo a balón parado (de donde han salido la mayor parte de los tantos), sino creando juego, una circunstancia que considera positiva para un vestuario al que la efectividad y definición ha dado la espalda en las últimas semanas.

Además, y comparando con las diez primeras jornadas de la primera vuelta, se puede constatar el bajón experimentado de cara a gol y es que ante los mismos rivales el Zamora CF consiguió 18 goles. Esta falta de fortuna de cara a la portería rival llevó el domingo a la desesperación a los jugadores que vieron como no conseguían su objetivo. Horas después del encuentro varios jugadores reconocían a este periódico la impotencia que sintieron sobre el terreno de juego e insistieron en que lo intentaron "de todas las maneras posibles" sobre todo tras la expulsión de Fer y es que, coinciden, en que tiraron de orgullo tras una segunda amarilla que tildan de "injusta", aunque no pudieron sumar los tres puntos que era el objetivo que tenían. A partir de ahora comienza una nueva semana de trabajo en la que todos buscarán dejar atrás esta lastra. El rival, el Numancia B, les espera el sábado.