Jaime Rosón ha superado sin complicaciones la sexta y penúltima etapa de la Tirreno Adriático y afrontará la crono de mañana, de 10,5 kilómetros, como décimo clasificado de la ronda italiana, con opciones por tanto de acabar entre los mejores de la carrera.

En la etapa de hoy, Rosón llegó a meta dentro de un pelotón en el que la victoria se decidió al sprint. El zamorano fue espectador de lujo de la batalla entre Kittel y Sagan que cayó del lado del alemán.

Antes, el corredor del Movistar había evitado algunas caídas que afectaron especialmente a hombres como Gaviria, que no pudo disputar el sprint.