¿El partido Barça-Atlético de Madrid? Bien, gracias. Buen juego. Tres puntos más para el Barça. Tres puntos menos para el Atlético de Madrid. Diferencia de goles a favor del Barça. Y lo que haga o deje de hacer el Real Madrid, hace ya mucho que no nos importa demasiado. En cuando al homenaje al gran Quini en el Camp Nou antes del partido, tengo algo más que decir. El minuto de silencio, las pancartas y los mensajes de agradecimiento están muy bien, pero yo propongo dar un paso más. Un paso valiente, innovador y necesario. Propongo retirar el número 9 en el Barça, de forma que nunca más un delantero azulgrana vuelva a llevar en la espalda el mismo número que honró Quini. Sí, ya sé que en otros deportes es habitual retirar los números de jugadores emblemáticos, pero el fútbol, que siempre se cree el centro del universo deportivo, no es amigo de estos gestos. Paradójicamente, sin embargo, creo que la desaparición del número 9 serviría para devolver a los números, y al "9" en especial, la magia, la fuerza, el mito, la tradición. Se trataría de llevar al fútbol la misma estrategia que utilizó el subcomandante Marcos y el EZLN en su lucha en Chiapas por la democracia, la libertad, la tierra, el pan y la justicia.

Marcos y los zapatistas decidieron que, para que se les viera, tenían que taparse (el pasamontañas era la seña de identidad de Marcos), y para que se les nombrara, no había más remedio que negarse el nombre. Los dorsales ya no significan casi nada en un mundo futbolístico cada vez más entregado a decisiones que poco tienen que ver con jugar a la pelota. ¿Por qué no tapar el "9" para que se vea el legado del número que llevó Quini? ¿Por qué no hacer como los zapatistas y negar el "9"para que se nombre a los grandes "nueves" de la historia del fútbol? ¿Por qué no apostar el presente retirando un número que ha perdido fascinación para, así, ganar el futuro? ¿Y por qué no matar al "9" para que, por fin, el "9" y Quini vivan para siempre?

Democracia, libertad, tierra, pan, justicia y "9".