El Real Madrid se impuso (3-1) al Getafe en el Santiago Bernabéu, en una vigésima séptima jornada en la que los de Zinedine Zidane mostraron un juego gris y se llevaron el derbi madrileño gracias a la pegada de Garteh Bale y Cristiano Ronaldo antes de visitar al Paris Saint-Germain, frente a un equipo azulón que jugó con diez toda la segunda mitad. Bajo la constante lluvia, el galés y el portugués, que anotó un doblete, intentaron solventar antes del descanso un encuentro en el que los blancos apenas generaron ocasiones. Sin embargo, dos tiros a puerta fueron suficientes para encarrilar en la primera mitad un choque marcado por el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones del martes en París. El pensamiento conservador del francés se trasladó también a los titulares, que no imprimieron el mismo ritmo e intensidad que en sus últimos encuentros en el Bernabéu. A pesar del bajo rendimiento sobre el césped, la pólvora madridista funcionó a la perfección, algo poco habitual durante el curso. Después del primer aviso de Ángel para los azulones, Bale cazó un rebote en el área para poner por delante a los suyos contra una de las mejores defensas de LaLiga Santander.

El gol dio tranquilidad a los merengues, que tampoco recibían llegadas de un plantel getafense replegado. Al borde del descanso, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo rompieron el sopor levantando a la grada con una buena combinación. El francés vio el desmarque del portugués al espacio y el luso, después de amagar, disparó para duplicar la ventaja.

En la segunda mitad, la temprana expulsión de Loïc Rémy por doble amarilla tras un golpe a Nacho, dejó una sensación de tranquilidad que Zidane quiso aprovechar para dar minutos a Marcelo después de su lesión, de cara a ganar ritmo de competición para la "Champions".

Con el brasileño ultimando su calentamiento, una acción entre Nacho y Jorge Molina en área blanca acabó generando un polémico penalti que dio emoción al partido. Francisco Portillo batió a Keylor Navas desde los once metros para recortar diferencias.

El tanto azulón reactivó a los blancos, que pudieron volver a ampliar el marcador en dos jugadas de Cristiano Ronaldo que supusieron un gol anulado y una gran intervención de Damián Martínez. A la tercera, el portugués no falló, aprovechando un centro del recién ingresado Marcelo para marcar por segunda vez y poner en el marcador el definitivo 3-1, que pudo haber variado en dos ocasiones en el tramo final de Bale en los que se topo con el palo y Damián.