El Real Madrid vio frenado su buen momento tras perder ante el Espanyol en el último minuto del partido merced a un tanto de Gerard Moreno, que llevó al éxtasis a Cornellà al marcar en el tiempo añadido con una sensacional volea.

Más de diez años llevaba el cuadro perico sin tumbar al Madrid, pero los catalanes cambian de registro este año cuando tienen a un 'grande' delante.

Si bien ya ganaron al Barça y al Atlético, ayer también lo hicieron ante el vigente campeón de Europa, cuya versión más pobre y tibia salió a relucir en la Ciudad Condal.

No hubo ocasiones, ni tan siquiera una reacción de los jugadores de Zidane, un equipo deslabazado, sin ritmo y muy perdido con Bale como '9' de referencia. La ausencia por descanso de Cristiano Ronaldo, las bajas de Modric, Marcelo y Kroos y el descanso de Benzema -que apenas jugó 20 minutos- dejaron ver a un Madrid muy alejado de su sello europeo. La propuesta merengue fue tan exigua que el partido parece que molestaba en el calendario. La única causa que mueve al madridismo es la Liga de Campeones y todo lo que rodea a la búsqueda de un nuevo entorchado distrae y descoloca a una plantilla que no estuvo a la altura en Barcelona. La llamada 'unidad B' ya demostró en la Copa que no estaba para florituras y este año pagó su condescencia.

Cuando ambos firmaban el punto como bueno, sobre todo el equipo de Zidane, los pupilos de Quique Sánchez Flores encontraron petróleo en la última acción del encuentro.