La piscina de Los Almendros tiene nuevas inquilinas. Varios años después de su puesta en marcha, el Waterpolo Zamora ha dado un paso adelante esta temporada con la creación de un equipo femenino para competir en la liga de Castilla y León. Se trata de un conjunto absoluto con una peculiaridad muy evidente a simple vista: la mayor de sus jugadoras tiene 16 años. Todas nacieron, por tanto, más allá del año 2000 y se miden a mujeres, en muchos casos, más hechas y con más fuerza física. Poco importa. Gana la ilusión.

Esas ganas se perciben en las voces y en las expresiones de un grupo de adolescentes que acude a la entrevista al completo. Todas quieren hablar, todas quieren explicar por qué es tan importante para ellas haber sido capaces de responder a la apuesta del club y lograr el compromiso suficiente para embarcarse en esta aventura: "Estamos muy contentas y muy orgullosas. Hemos trabajado duro y aquí está la recompensa", señala Claudia Chimeno, una de las jugadoras destacadas del equipo.

Por el momento, además, la cosa no va mal. El Transportes Juan Carlos Gallego, que así se llama el equipo, ha disputado dos partidos oficiales en el inicio de esta campaña, ambos ante el Waterpolo Logroño. Ganó los dos: "Yo al principio tenía miedo, porque todas eran mucho más mayores que yo", recuerda Laura Escudero, una de las benjaminas, que a sus once años juega contra mujeres que le doblan la edad: "Parecía que nos iban a ganar de paliza, pero fue al revés", apostilla la portera, Lucía Gavilanes.

Todo ello, a pesar de contar con apenas un cambio, en una plantilla corta que busca más efectivos, pero que no se deja amilanar: "Estamos subiendo el nivel y eso se tiene que notar en los partidos. Es un deporte en el que cada día se aprende algo nuevo, no es tan agresivo como parece por la tele y, además, se vive un buen ambiente que nos anima a ir a entrenar", apunta Judit San Segundo.

A su lado, Estela Velasco, otra de las veteranas, si se puede calificar a alguna como tal, recuerda que el apoyo mutuo es algo que va más allá de lo que sucede en la piscina: "Podemos contar las unas con las otras", afirma. También lo entiende así Sara Fuentes que, tras probar varios deportes de agua, se decantó por el waterpolo.: "Nos damos confianza. Si fallas, sabes que tu compañera va a estar ahí para animarte, no para echarte la bronca"

¿Y la directiva qué opina sobre el nacimiento del equipo? "Es un orgullo para nosotros. Especialmente para mí lo fue tras ganar los dos primeros partidos. Estamos muy contentos con los resultados", asevera el presidente de la entidad, Víctor Samuel Prieto.

En ese sentido, el presidente del Waterpolo Zamora deja patente que el club mantiene la ambición de seguir creciendo: "Tenemos el inconveniente de ser un deporte minoritario en una ciudad pequeña, pero el esfuerzo de todos se nota. También gracias a los padres y al compromiso de los chicos y las chicas". Una manera de enfocar el deporte que no entiende de tamaños para el equipo femenino, el grupo de la generación Z que ya domina la piscina, porque, como dice Lucía Gavilanes, "dentro del agua, solo se ve la cabeza y no importa si las demás son más grandes".