El Zamora B sufrió ayer un serio correctivo en su visita al campo de la Granja, donde el CD Ejido le endosó un apabullante 6-0. Una derrota doblemente dolorosa para los zamoranos, ya que se produjo además ante otro equipo de la zona baja de la tabla, un rival que a priori parecía asequible, pero que sin hacer un gran partido barrió del campo a los rojiblancos. El filial llegaba a La Granja en busca de su primer triunfo de la temporada y para ello intentó hacerse fuerte atrás, cediendo el balón al contrario y esperando una buena ocasión para salir al contragolpe. La consigna estaba clara, había que impedir que el rival se adelantase en el luminoso. Sin embargo, el cuadro visitante evidenció una vez mas que le falta contundencia y orden atrás y así el primer gol tardó en llegar lo que quiso el Ejido. Los locales tenían el balón, pero durante los primeros minutos se dedicaron a tantear al rival. Sin embargo, en torno al cuarto de hora, el equipo leonés empezó a estirar líneas y solo dos minutos mas tarde, en su primera ocasión, Perujo inauguraba el marcador.

El gol noqueó al Zamora, que perdió por completo los nervios y la posición y vio como tan solo dos minutos mas tarde, en la siguiente acción ofensiva, el Ejido establecía el 2-0. Perujo era de nuevo el protagonista del equipo local al rematar al fondo de las mallas un buen pase de Isaías.

Con dos goles en contra al Zamora le quedaban pocas opciones y tenía que intentar estirar líneas en busca del gol, pero eso solo hizo que allanar el camino al equipo local. Y es que, sin los visitantes habían estad flojos en defensa en las dos acciones anteriores, tampoco en ataque se mostraron nada acertados. Con el rival bien plantado sobre el terreno de juego, defendiendo ya el marcador, los zamoranos luchaban mas con el corazón que con la cabeza. Intentaban llegar a la meta contraria, pero les faltaban ideas, paciencia y fútbol. Y así, lo que pasó es que el Zamora dejaba cada vez mas espacios atrás y el Ejido, rápido, sentenciaba el partido al contragolpe antes incluso de que llegase el descanso: Balbuena, a la media hora de partido, y Zabalo, en el 39, superaban de nuevo a la defensa visitante y batían a Palacios, colocando el 4-0 en el luminoso ya en la media parte.

El encuentro estaba sentenciado y la segunda mitad apenas tuvo historia. Lo del Zamora seguía siendo un querer y no poder ante un rival que defendía con orden y apenas hacía concesiones y que, además, seguía aprovechando los espacios para generar ocasiones de peligro. No fueron muchas, pero tampoco eran necesarias. En el 77 Diego culminaba una jugada personal y establecía el 5-0, y ya en el minuto 84 Sergio Pérez se sumaba a la fiesta para establecer el 6-0 definitivo.

Una goleada que permite al Ejido seguir soñando con una posible salvación y que hunde más a los zamoranos, sobre todo a nivel anímico.