El Quesos El Pastor firmó ayer una de las páginas más brillantes de su andadura por la Liga Femenina al conseguir una victoria que podría suponer sobrevivir un año más en la máxima categoría. Una victoria que resultó mucho más emotiva que la de la pasada semana en Logroño ya que AlQázeres es un gran equipo, teóricamente superior, al que dirige Eloy Doce.

No era sencillo lograr ayer esta proeza que puede distanciar a las zamoranas a tres victorias de los puestos de descenso cuando tan sólo restan ocho jornadas por disputarse, porque AlQazeres ya tiene todo hecho esta temporada y a veces, la tranquilidad contribuye a conseguir buenos resultados. Pero el Zamarat supo responder ayer, incluídas sus jugadoras más jóvenes, y especialmente una Marina Lizarazu que está agigantándose partido a partido.

No resultó sencillo porque a veces, el enemigo está en casa, y ayer estalló el caso Alisia Jenkins, una jugadora que lleva tiempo con problemas disciplinarios dentro de la plantilla y que ayer mostró una actitud indolente cuando tuvo que dar la cara en la cancha. A Eloy Doce no le tembló la mano cuando comprobó que la americana no estaba en el partido, y la sentó ya antes del descanso para no volver a sacarla de nuevo. Tal vez haya sido el último partido de Jenkins en las filas del Zamarat, aunque habrá que confiar en que pueda recapacitar y recobrar una actitud positiva en estos quince días de parón hasta el próximo partido que pasará, en parte, en su tierra por un permiso que ya había pedido antes del partido de ayer.

Y pese a este serio contratiempo, las naranjas dieron la cara y supieron jugar los últimos minutos como no habían sabido en otras ocasiones. Nadie cometió un error irrecuperable y la cuarta victoria llegó al casillero del Quesos El Pastor. Ahora tan sólo resta esperar que Mann Filter cumpla con su obligación y haga todo lo posible para imponerse esta mañana en Zaragoza al Campus Promete, el rival directo por la salvación dado que ayer Estudiantes tampoco pudo ganar su primer partido de la temporada.

El encuentro había comenzado en una tónica de gran igualdad, con los dos equipos jugándose "de tú a tú". En el Quesos El Pastor decidió asumir la responsabilidad Jelena Ivezic para demostrar la enorme calidad que atesora y que poco a poco está alcanzando su nivel real de juego. Así, las zamoranas se escapaban a 6-2 en un abrir y cerrar de ojos.

Pero Cáceres tiene mucho potencial en su plantilla y pronto sus dos americanas comenzaron a anotar sin que el Zamarat fuera capaz de pararlas.

Tras un empate a 8, las cacereñas se escaparon ligeramente en el marcador y hubo que esperar al minuto 8 para que el Quesos El Pastor recuperase la igualdad con una canasta de Marina Lizarazu que puso el 16-16, justo cuando Eloy Doce decidía realizar un triple cambio para que Vujoke asumiese la dirección del juego y Butler se conviertiese en la amenaza desde el perímetro.

El equipo naranja parecía haber alcanzado un buen tono competitivo y conseguía cerrar el primer cuarto con una ligera ventaja (21-20).

Regresó a la cancha el Quesos El Pastor para defender en zona pero de poco le sirvió el cambio porque Cáceres tiene muy buenas lanzadoras. El encuentro continuó muy igualado pero la iniciativa continuaba siendo de las visitantes que llegaron a situarse en 27-33.

Bri Butler salió al rescate con un triple pero Quevedo respondía, las visitantes volvían a destacarse (34-40) aunque optaban por una defensa en zona que no les dio demasiados resultados, y el partido se fue al descanso con 40-42.

Eloy Ledo no volvería a contar ya con Alisia Jenkins que se había borrado ella sola del partido en los escasos siete minutos que había estado sobre la cancha. En su lugar, el entrenador dio muchos minutos a Anja Majstorovic que cumplió, sobre todo en defensa, y el Quesos El Pastor mantuvo el tipo a duras penas en los mejores momentos del AlQazeres que poco a poco iba distanciándose en el marcador con Quevedo y Brown imparables.

El 55-63 del tercer parcial suponía un serio peligro para el Zamarat que, con el comienzo del último caurto, todavía vio incrementar sus desventajas hasta el 57-67 que, afortunadamente, supuso el punto de inflexión. Era el momento de recurrir a la épica, y de ello se encargó Marina Lizarazu que lideró la remontada naranja.

En cuatro minutos, el Quesos El Pastor se situó a solo dos puntos (70-72) e instantes después Anja anotaba un tiro libre que volvía a poner por delante al Zamarat (73-72).

Pero quedaba todavía mucho partido aunque el marcador señalase poco más de un minuto para el final ya que Esther Montenegro, que había cometido dos errores importantes poco antes, anotaba un triple que distanció al Cáceres a tres puntos (73-76), una enorme losa imposible de superar en jornadas anteriores.

Pero este Quesos El Pastor parece haber superado todos sus complejos y continuó creyendo con fe en la victoria. Ivezic completaba un partidazo anotando sin inmutarse dos tiros libres. Brown cometía pasos y Gisela Vega tampoco fallaba desde la línea de lanzamientos libres (77-76).

Entonces pareció que el partido estaba resuelto al cometer Laura Quevedo una falta intencionada, pero Butler se encargó de añadirle de nuevo emoción cuando fue incapaz de sacar de banda con solo 13 segundos por delante. El Cáceres tenía la posesión pero Williams falló en su lanzamiento desde cerca y Gisela Vega capturaba el rebote que ya fue decisivo.

Finalizaba así un encuentro que tuvo sus momentos desagradables también, concretamente en el pasillo de vestuarios donde Alisia Jenkins expresó a gritos su malestar y el propio entrenador tuvo que ordenarle entrar en el vestuario. La norteamericana mostró su intención de abandonar el equipo, pero tendrá que negociar primero.