Derrota a domicilio por la mínima para un MMT Seguros Zamora que mereció mejor suerte en Pontevedra ante el Condes de Albarei Teucro. El partido fue siempre muy disputado, con dos grandes defensas y dos porterías muy destacadas en determinados momentos. La igualdad en el marcador estuvo siempre presente pero mediado el segundo periodo los gallegos consiguieron un parcial de 4-0 que tal y como se desarrollaba el encuentro hizo mucho daño a los visitantes. Los zamoranos reaccionaron entonces y arriesgaron con todo pero no consiguieron dar caza a un rival que así y todo no pudo relajarse hasta escuchar el pitido final.

Nadie consiguió anotar en sus primeros ataques, hasta que el local Balázquez logró inaugurar el marcador con un buen cañonazo al que respondió de igual manera Octavio. Ambos equipos basaban su juego en una gran defensa pero además Lobo aportaba mucho en la portería del BM Zamora, incluido un paradón a una contra local, por lo que al marcador le costaba muchísimo moverse y no volvería a hacerlo hasta superarse el minuto siete, con otro trallazo de Balázquez. Un nuevo gol gallego tras una colada de Gehrhardt desde el extremo llevó la ventaja local a los dos goles, pero por fin Zamora conseguía también conectar con el lateral y reducía la desventaja, 3-2 superado el minuto diez y después de un bonito duelo bajo los postes con paradas a ambos lados de la pista.

Con todo muy apretado y sin que se vieran muchos goles los locales consiguieron marcar otra máxima al aprovechar una nueva superioridad, porque Posado no pudo detener el siete metros para el 6-3 poco antes del cuarto de hora. Después las dos seis cero siguieron mandando por encima de cualquier otro aspecto y nadie era capaz de lograr su hundimiento, siquiera de poder encontrar grandes espacios, por lo que mayoritariamente los tantos llegaban merced a lanzamientos de larga o mediana distancia. Además las porterías, especialmente Lobo, volvieron a lucirse en unos minutos de mucho acierto, 9-7 superado el veinte y tiempo muerto zamorano.

De vuelta al juego el Zamora pilló a su rival a la contra y aunque Santana volvió a destacar no pudo evitar la igualada visitante desde los siete metros, 9-9 a falta de seis. De ahí al tiempo de descanso las defensas volvieron a mostrarse duras pero no con tanta coordinación, por lo que se vieron más goles seguidos que nunca, un 11-12 favorable a los zamoranos después de muchos minutos sin conseguirlo y un empate al final del tiempo, 12-12.

A la vuelta de los vestuarios de nuevo las defensas y especialmente las porterías volvieron a ser protagonistas, por lo que la grada pudo asistir a un vistoso recital de paradas a cargo de Lobo y Santana que no hizo sino añadir más emoción a un partido de por sí vibrante, 13-13 superado el minuto ocho y con muchos problemas de ambos para ver puerta. Los detalles comenzaban a antojarse como decisivos porque básicamente sólo los cañoneros podían perforar los muros. Entonces, dos goles consecutivos de Balázquez más dos de Borja Méndez supusieron un parcial local de 4-0 que tal y como estaban las cosas podía costar muy caro al MMT Seguros, 19-15 superado el cuarto de hora. Llegados a este punto a los Guerreros de Viriato no le quedaba más remedio que arriesgar y lo cierto es que no dudó un segundo a la hora de hacerlo. Los riesgos conllevaron alguna penalización lógica, más si cabe tras una inferioridad, y momentos de mucha tensión porque a Zamora le siguió costando mucho marcar goles, 20-16 ya en el minuto veinte. Pero los pistacho demostraron garra y fe en su juego y con mucho trabajo y esfuerzo porque de nuevo los dos porteros brillaron bajo los tres palos, le endosaron a su oponente un parcial de 0-3 que dejaba un ajustado 20-16 a falta de seis minutos para la conclusión de un partido que la grada vivía con mucha emoción.

De ahí al final ambos jugaron a muy buen nivel. El MMT Seguros Zamora peleó su suerte y tuvo oportunidad de volver a empatar tras el 21-20 a falta de tres minutos, pero al final llegó algo desfondado y entre Balázquez y Dani Hernández terminaron por apuntillar sus opciones de sumar algo positivo en un pabellón tan complicado como el Municipal de Deportes de Pontevedra.