El Barcelona anunció ayer la renovación hasta 2022 de Gerard Piqué. Además, el Barça ha incluido en el nuevo contrato del defensa internacional una cláusula de rescisión antijeques que alcanza los 500 millones de euros. De esta forma Piqué, que sigue molesto por los insultos que recibió el miércoles en el partido de Copa ante el Espanyol, defenderá los colores de los del Nou Camp hasta los 35 años.

"El FC Barcelona y el jugador Gerard Piqué han llegado a un acuerdo para renovar su contrato hasta el 30 de junio de 2022. La cláusula de rescisión queda fijada en 500 millones de euros. En los próximos días se anunciará cuando tendrá lugar el acto oficial de firma del nuevo contrato", señaló ayer el club en un comunicado.

Piqué, formado en La Masía, llegó con sólo 10 años a la entidad azulgrana y pese a un periplo fuera del Barça que le llevó al Zaragoza y al Manchester United fue repescado para el proyecto de Guardiola en 2008. Desde entonces, Piqué es un puntal en el eje de la defensa culé, ha sido un jugador clave para todos sus entrenadores y un fijo en la selección española a pesar de sus posiciones cercanas al independentismo catalán que le han convertido en el objeto de duras críticas.

Desde el alevín B y pasando por las diferentes categorías del fútbol base blaugrana, en 2004 Piqué aceptó una oferta del Manchester United en una operación que dejó en las arcas del club más de 5 millones de euros. Con poca presencia en el equipo aunque llegó a debutar en la Premier League en su segunda campaña, al tercer año fue cedido al Real Zaragoza donde jugó 23 partidos y marcó 3 goles, ganándose la confianza de su técnico en el Manchester United, Alex Ferguson. Volvió al Barça por 5 millones.

Sergi Roberto, el siguiente. El centrocampista reconvertido a lateral será el siguiente en firmar su renovación con el Barça. Lo hará hasta 2022 -acaba contrato en 2019- y tendrá una cláusula de 400 millones.

Neymar fué culé por 205 millones

La documentación entregada por el entorno de Neymar, que anteayer marcó cuatro goles con el PSG, a la justicia brasileña ha dejado al descubierto que el fichaje del delantero carioca por el Barcelona en 2013 supuso un impacto para las arcas del club catalán de 205 millones. En esta cantidad se incluyen diversos contratos ficticios que se realizaron para el pago de 134 millones por el traspaso y los 71 millones en concepto de salario bruto. Esta cifra contrasta con la que en su día esgrimió el por entonces presidente del Barça, y ahora en la cárcel por corrupción, Sandro Rosell, que afirmó que el fichaje costó 57,1 millones y la que posteriormente admitió el club 86 (millones).