El Zamora CF vivió ayer la peor tarde de la temporada y es que no solo encajó la primera derrota del curso en el Ruta de la Plata, sino que lo hizo recibiendo una sonrojante goleada que le aleja un poco más del objetivo de fase de ascenso marcado desde la directiva, que ahora está a 9 puntos y con un partido más que los rivales que ocupan puestos de privilegio.

Resultó, sin duda, una jornada aciaga en la que los de Tornadijo no aprovecharon sus contadas opciones en la primera mitad y se difuminaron tras el descanso ante un Cristo Atlético al que les salió un partido redondo. Fue, además, una triste despedida para Aires que deja el club por motivos personales y lo hizo con una expulsión por doble amarilla que dejó a los zamoranos con uno menos durante media hora.

A pesar del resultado final, la realidad es que el equipo tuvo un arranque impetuoso, dispuesto a sorprender, y la premisa estuvo a punto de salir redonda con un buen balón al que no llegó Silveira y César Simón tocó sin fuerza pero que estuvo cerca de ser el 1-0, y que quizá hubiera cambiado el resto del choque, pero fue todo un espejismo.

Fue un gran inicio de un equipo que buscaba estrenar el marcador cuanto antes, aunque los visitantes también tuvieron una temprana aproximación que la zaga solventó a tiempo. El encuentro adquirió una gran igualdad entre dos planteles que no renuncian a nada en Liga y que, desde luego, no estaban dispuestos a encerrarse, como se demostró al alternarse las llegadas de peligro en una y otra portería, a pesar de que el Zamora iba a ver reducido su rendimiento con el paso de los minutos.

De hecho, tras intercambiarse aproximaciones que pudieron decantar el partido para uno u otro bando, en el minuto 19 salió cruz cuando Adri conseguía sorprender y superar a Berlana para poner un desalentador 0-1 en el marcador, y lo preocupante fue que tres minutos después a punto estuvo de repetir como goleador, aunque ahí su disparo fue detenido por el meta local. Los de Tornadijo estaban obligados a reaccionar y superar la zozobra en la que parecían inmersos, algo que intentaron a balón parado con dos buenas faltas que botó Levas, aunque sin premio, y en jugada con Silveira de protagonista, obligando al portero visitante a jugarse el tipo para desbaratar el que pudo ser el gol del empate.

Pasaban los minutos y el Zamora seguía sin encontrar fortuna, algo a lo que no favorecían los atisbos de tangana que se vivieron sobre el terreno de juego, y por momentos parecía fuera del partido, aunque, afortunadamente y hasta ese momento, el Cristo no estaba sacando petróleo de sus ocasiones. El paso por vestuarios se empezaba a ver imprescindible para recomponer ideas tras una primera parte en la que fueron de más a menos hasta acabar absolutamente dominados por los palentinos, como se demostró en los últimos compases tras un error defensivo que aprovechó Merino para poner el 0-2 con el que se llegó a un descanso que se pedía a gritos y que resultó un jarro de agua fría.

El segundo tiempo se inició con un doble cambio local, dando entrada a Dani Hernández e Iñaki en busca de dar más pólvora al cuadro zamorano, pero la reanudación fue para el Cristo que gozó de varias oportunidades para ampliar su tanteo, mientras que a los de Tornadijo les empezaban a entrar las prisas y trataban, sin éxito, de sumar metros. El tiempo corría en contra y lo cierto es que se veía más cerca el tercero de unos palentinos que se empezaban a gustar. Cuando parecía que la situación no podía empeorar, y con la hora cumplida, Aires veía la segunda amarilla y dejaba al equipo en inferioridad, momento en el que los visitantes aprovechaban la falta a favor para hacer el tercero, obra de Álvaro. Ya estaba todo visto para sentencia, pero ni por esas el Cristo levantaba el pie y tras un nuevo robo de balón el mismo Álvaro hacía el cuarto con el que ponían la puntilla. La ocasión de alcanzar la quinta plaza (aunque de forma virtual debido a los partidos aplazados) ya estaba desechada pero los locales buscaban el gol de la honra que lavara su imagen, algo que no pudieron lograr en un encuentro que solo servirá para mejorar. Ahora, a pensar en La Bañeza.