M. L. S.

Saulo Hernández lo tuvo difícil para explicar sus sentimientos tras conseguir la tan merecida primera victoria del Aquimisa Queso Zamorano: "No sabría explicarlo muy bien porque, incluso Adrián Méndez, cuando quedaban ya solo siete segundos, tenía la piel de gallina. Porque las sensaciones son complicadas de explicar. En una competición en la que cada sábado tienes altos y bajos emocionales, y cuando te dan tantos bajos, la sensación es que nunca va a llegar esa victoria. Sigues creyendo pero hay una parte de tu cabeza que te dice que es imposible: "Haga lo que haga y como lo haga, no va a llegar". La verdad es que este equipo es la leche. Me gustaría ver a supuestos grandes equipos ir con la trayectoria nuestra y entrenar y jugar como lo hacen estos chavales cada día. Ahora por lo menos tenemos una recompensa que no nos sirve para salir de donde estamos pero el lunes iremos a entranar con otra cara por primera vez".

Los últimos minutos se hicieron eternos: "Quedaban siete segundos, ganábamos de seis y teníamos el balón y todavía estaba pensando que podía pasar algo porque, cuando tienes esa sensación de que es imposible, la cabeza te juega malas pasadas. Espero que ahora nos quitemos un poco esa sobrepresión que teníamos y que seamos capaces de jugar al nivel que lo estamos haciendo pero con la confianza de saber que podemos llevarnos el triunfo".

El entrenador del Aquimisa Queso Zamorano reconoció que ayer cambió sus planteamientos en función del rival: "Hemos renunciado en parte a nuestro estilo porque su fuerte no son los tiros de tres. Entonces hemos dejado muchísimos tiros liberados que normalmente no dejamos, y ellos, al descanso llevaban 1/18 en triples. Ahí nos salió bien evidentemente, pero en la segunda parte se niveló un poco la estadística porque empezaron a meter, pero nosotros ya habíamos adquirido una pequeña renta que nos permitió gestionar los minutos finales. No tengo la sensación de haber hecho nuestro mejor partido pese a haber ganado, nni mucho menos, Ha habido partidos que hemos propuesto y ganado mucho mejor que hoy pero al final, el resultado manda y es nuestra primera victoria".

Pese a que Saulo Hernández recordó "un rebote ofensivo que nos quitan en un tiro libre a falta de 30 segundos, que me pareció un gran error, también es verdad que a base de jugar muchos finales apretados y perderlos, por una parte sí que tienes esa pequeña ansiedad pero, por otra, el jugador crece y se acostumbra y para nosotros es ya casi como el pan nuestro de cada día llega a los últimos segundos igualados. Estuvimos muy bien en los tiros libres en esos momentos y es una victoria que me gustaría dedicar a los jugadores. Para un entrenador es complicado gestionar esto si no cuentas con unos jugadores que cada día curran como curran, independientemente de las derrotas".