El Innova Chef consiguió ayer una brillante victoria ante un Rosalía de Castro que viajó a Zamora mermado de efectivos y cayó fácilmente en la trampa que le tenía preparada Nacho Domínguez que mantiene su argumento táctico de olvidarse de la defensa y sacar el máximo partido al gran potencial que tiene en ataque la plantilla del equipo del Virgen de la Concha. El partido sirvió también para que el nuevo fichaje del Innofa Chef, el pívot californiano André McPhail viese en acción a sus compañeros desde el banquillo y para que los jóvenes jugadores del equipo disfrutaran de varios minutos de juego e incluso pudieran estrenar sus casillas anotadoras en Liga EBA.

Bien es cierto que el equipo del Instituto Rosalía de Castro santiagués afrontó el partido de ayer sin sus tres mejores jugadores como son Pablo Posee, Luis López y Antonio Pantín, pero también es verdad que este Innofa Chef continúa su evolución y, pese a no recuperar todavía al lesinado Pablo Martínez, se está convirtiendo en un equipo muy difícil de batir porque alcanza con una gran facilidad los cien puntos de anotación -en tres ocasiones ya- e incluso los 90 en otras cuatro- unos números que resultan muy difíciles de neutralizar para cualquier rival de Liga EBA.

El Innova Chef comenzó a mostrar sus cartas nada más comenzar el partido con tres triples consecutivos (9-3) aunque el Rosalía de Castro protagonizaba la primera, y última, reacción del partido al colocarse con 9-8. El Virgen de la Concha siguió a lo suyo, olvidándose prácticamente de defender y empleando menos de 8 segundos en hilvanar sus jugadas de ataque, para cerrar el primer cuarto con su primera ventaja de 10 puntos (30-20).

El rival tan sólo podía recurrir a las escasas rotaciones que le permitían los ocho jugadores con que viajó a Zamora, y la superioridad del Innova Chef bajo los tableros resultaba evidente y el 55-41 con que se alcanzó al descanso hablaba a las claras de los derroteros que llevaba el encuentro.

Pocas veces en el Angel Nieto se ha visto que un tercer cuarto se cierre con 85 puntos en el casillero de uno de los equipos, y menos que ese equipo alcance la centena a falta todavía de 7 minutos para el final. Este último periodo fue de mero entrenamiento para que ambos entrenadores realizasen sus respectivos experientos y para que los más jóvenes saltasen a la cancha ante el regocijo del público que siempre agradece las oportunidades que se puedan dar a la cantera.