El Club Baloncesto Zamora es un equipo inagotable. Es imposible acabar con ellos a no ser que se agoten las opciones. E, incluso en ese momento, pueden todavía levantarse. Lo que a otros les hundiría, a los zamoranos simplemente les duele lo necesario hasta que vuelven a ponerse de pie en la lona dispuestos a pelear.

Por eso, ante su público, desde las 12.30 horas, los blanquiazules se han lamido las heridas en los últimos días, han tenido nueve días de descanso para estar en la mejor forma posible y quieren plantar batalla. Son ese equipo al que hay que rematar porque mientras haya una posibilidad se mantendrán con vida. Ya lo demostraron la pasada campaña cuando todo el mundo los daba ya por descendidos.

El Aquimisa Laboratorios Queso Zamorano ha vivido varias derrotas crueles esta temporada, quizá ninguna tan cruel como la del pasado fin de semana en casa del Agustinos y tras lamerse las heridas en el inicio de la semana ya están prestos para el combate. Los zamoranos están viviendo la cara más amarga del deporte: resultados que no llegan a pesar de desplegar un buen juego y terminar cayendo en los últimos instantes del encuentro. La historia se repitió en León, cuando tras ir por delante durante la mayor parte del encuentro no fue capaz de sentenciarlo sobre la bocina para, posteriormente, caer en la prórroga en el Palacio de los Deportes de León.

El rival de los de Saulo Hernández es un equipo de la zona alta de la clasificación, un equipo que, además, nunca ha caído en el Ángel Nieto, ni las dos veces que vino en la Liga EBA, ni el pasado año en LEB Plata. Una de las bestias negras de los zamoranos, un equipo que le infligió a los blanquiazules una de las peores derrotas de su historia. El más difícil todavía.

A los jugadores zamoranos les comienza a apremiar el paso de las jornadas sin lograr estrenar el casillero de victorias, sin lograr esa primera que el año pasado ya fue la más difícil, ese empujón de moral que permita que los locales rompan a jugar y en los minutos claves no les pese la responsabilidad más de lo normal.

Con Hansen dando su mejor versión en las últimas semanas, el equipo necesita un pequeño plus que le ha faltado en los últimos encuentros en los que la victoria final se ha decidido en una acción que siempre ha caído del lado del equipo contrario. Un tiro libre que no entra, un último ataque hace la corbata sobre el aro y se acaba saliendo o una jugada de libro que sale a la perfección pero que no encuentra recompensa. Siempre cruz.

Y es que además el escolta Chris Hansen es seria duda hasta última hora, por lo que el conjunto dirigido por Saulo Hernández deberá esforzarse por dejar atrás la clasificación y doblegar a un Obila Auténtica Carrefour que llega en quinta posición con un balance de 7 - 4, y dispuesto a continuar su racha y lograr la cuarta victoria consecutiva, pudiendo entrar entre los tres primero clasificados de la categoría que suman a día de hoy 8 victorias (Covirán Granada, Arcos Albacete Basket y Hospitalet).

Por parte de los zamoranos, sumar una victoria permitiría romper de una vez por todas la barrera mental, permitiendo acercarse a sus rivales directos en la lucha por la salvación que a día de hoy estaría "tan solo" a cinco victorias. Por delante de los zamoranos se sitúan Martorell con una victoria y Baskonia con dos y Plasencia con cuatro.