Dignísimo encuentro de Zamora en el Palau. La "visita anual al dentista" de la que hablaba Joaquín Caparrós en otro ámbito como el futbolero, pero que se puede aplicar perfectamente en Asobal, se saldó con un buen encuentro de los de García Valiente, que dieron la cara y se fajaron en un hermoso partido. Un choque del que siempre pueden los de Viriato sacar conclusiones en positivo pensando en próximas citas más de su liga, ante equipos en los que no estén hombres como Jallouz o Ristovski, cuyo porcentaje de paradas -del 42%- fue uno de los motivos por los que no acabó saltando sorpresa alguna en el Palau Blaugrana.

Salieron valientes los "guerreros de Viriato" en un desangelado Palau, igualando Adrián Prieto el gol inicial de los culés. El Barcelona, con rotaciones y jugadores menos habituales, iba engrasando poco a poco la maquinaria pero los de García Valiente, fieles a la receta del técnico de salir con el cuchillo entre los dientes, no querían ser la víctima propiciatoria (4-3). La escuadra pistacho trabajaba bien los conceptos defensivos ante un ataque demoledor como el blaugrana, y Carlos Calle firmaba por ejemplo un lujo de paradón sacando un contragolpe en uno contra uno a Lemme.

Cuando parecía que el Barcelona, con continuos movimientos en el banco, quería ya sacar una ventaja importante, buenas jugadas del ataque zamorano permitían al equipo seguir al menos en la pomada competitiva, como un golazo de Adrián en nueve metros para el 6-4.

Incluso, dos goles consecutivos de Fafa Cangiani y Mouriño permitieron a los pistacho reducir la renta de los catalanes al mínimo, 7-6 al paso por el minuto dieciséis. Competían maravillosamente los de Eduardo García Valiente, haciendo honor al segundo apellido del míster.

Luis Posado también colaboraba en portería con alguna intervención de mérito y el marcador no era de escándalo, ni mucho menos, aunque tras el 8-7 los de Xavi Pascual estiraban un poco la cuestión con un parcial de 3-0 sacando tajada de dos acciones puntuales.

Un gol que nunca debió subir al marcador desde el extremo, consecuencia de una gran parada de Posado, al que molestó Jallouz en su intento por parar la segunda acción, y la primera exclusión de partido señalada sobre Abalós, forzaron a García Valiente a pedir un tiempo muerto en el minuto 20 para tratar de parar la sangría que llevaba mucho tiempo buscando un FC Barcelona que ya veía la victoria en sus manos.

En los diez minutos finales, la lógica del encuentro se fue deslizando a favor de los culés, cada vez más cómodos en pista. Infracciones y balones perdidos de los zamoranos, como unos pasos de Anderson Silva o un tiro fuera de Peli, favorecían las contras y las transiciones perfectas de los culés, que en un pestañeo de ojos se habían ido ya cerca de los diez tantos de distancia.

A tres minutos del intermedio, Aron Palmarsson anotaba para poner una máxima diferencia de ocho para el Barça con 17-9 en el luminoso del Palau. El generoso esfuerzo de los "guerreros" de poco servía ante una rotación donde, desde la banda, iba entrando crack mundial tras crack mundial. También iba dando minutos a todos sus hombres Edu García Valiente, porque no era cuestión de desgastar a los pilares del equipo en un esfuerzo baldío. Al descanso, tras un último golazo de Mouriño, al recibir un balón sin mirar de Iñaki cuando los segundos se agotaban, el parcial de 5-0 de los blaugrana se rompía y el MMT Seguros alcanzaba el descanso con 19-10 en el marcador.

Poco había ya que rascar en los treinta minutos que restaban. Al menos a la hora de dilucidar qué equipo se llevaría los dos puntos. Aún así, hubo cuestiones de interés en uno y otro equipo.

En los locales, el centro de atención fue el debut de otro joven talento de la cantera, Andrei Buzle, que hizo dos goles para felicidad del banquillo catalán, mientras el juego ofensivo del conjunto pistacho comenzaba bastante dubitativo en el primer tramo de la reanudación.

Por otro, la incógnita que suponía ver hasta donde llegaría la moral de un MMT Seguros dispuesto a olvidarse del marcador y tratar de refrendar la buena imagen de la primera mitad. Cosa que hizo, aunque no arrancara de forma muy fluida la segunda mitad para los pistacho.

De hecho, no marcaron los de García Valiente hasta el minuto diez de partido, cuando Iñaki Gómez rompía un nuevo parcial de 5-0 para el FC Barcelona ubicando un 24-11 en el tanteador. No quiso tampoco apretar en exceso el equipo local, dejándose llevar en los minutos finales, jugados ya a un ritmo mucho más relajado por los dos equipos.

Octavio, lejos de su mejor forma, podía dejar su impronta con dos buenos goles en el Palau, mientras Jortos también mostraba que sus molestias físicas le impedían rendir en su nivel acostumbrado. Al final, el relevo natural de los dos pilares pistacho fue quién acaparó la atención, un Raúl Maide -joven talento que antó cuatro goles- cerraba la cuenta del encuentro para los pistacho, que perdían "sólo" de doce, un marcador más que digno.