Rafa Nadal, número uno del mundo, anunció ayer su retirada del Masters 1.000 de París antes de afrontar el compromiso de cuartos de final ante el croata Krajonovic. El mallorquín causa baja por una dolencia en la rodilla derecha que llevaba arrastrando días. "No me veo jugando tres partidos más", dijo el español en rueda de prensa.

Después de haber acabado anoche con la rodilla derecha maltrecha durante su victoria ante Pablo Cuevas, Nadal reconoció que no podría "cumplir con lo mínimo" para poder competir y rehusó hablar de su participación en la Copa de Maestros de Londres, la próxima semana.

"Para mí es un día muy duro. No es un buen día para hablar de Londres", aseveró.

El tenista comentó que los problemas físicos son más normales en el fin de temporada.

"Llevo al límite mi cuerpo. Estamos en final de temporada. Es normal que estas cosas ocurran. Mi rodilla siempre me incomoda un poco, pero, a veces, es peor. Y ahora está un poco peor", asumió.

Adelantó que hará un tratamiento que en el pasado "ha funcionado bien". "Esto no va sobre (participar) en Londres. Es sobre el largo plazo. Voy a tratarme porque creo que lo esencial es la salud y lo más importante es lograr seguir jugando tenis el máximo tiempo posible", agregó el número uno del mundo.