Lo que se podrá vivir esta tarde a parte de las 17.00 horas en el Ángel Nieto, en el derbi zamorano de la Segunda División B de fútbol sala trasciende en gran parte lo que suponen tres puntos en la clasificación. Una tabla que, por otra parte, añade más "picante" al partido pues ambos cuentan con los mismos puntos por ahora.

Tanto para Zamora Importa al igual que Desguaces Casquero supone un partido muy especial, en el que se juegan, en parte, la hegemonía en el fútbol sala de la provincia. No será sólo un choque de estilos sobre la pista, también lo es en concepto de gestión y cantera.

En la temporada pasada se podían vivir dos partidos intensos, con reparto de victorias para los dos equipos que jugaban en casa, ganando los capitalinos el primer partido, donde la afición de Benavente ponía el color en el Ángel Nieto.

El segundo partido caía del lado de los benaventanos al vencer en la última jornada de liga. Una contienda en la que, pese a no jugarse nada, los blanquiazules se emplearon al máximo para ganar y con su victoria alejaban de la Copa al F.S Zamora.

Esta temporada ambos equipos han cambiado en buena medida, comenzando por los inquilinos de los banquillos, con Chema Martínez en Zamora Importa, que ha otorgado desde el inicio ese "toque" de intensidad tan propio suyo a los rojiblancos; y con José Bertolin al frente del Desguaces Casquero, cambiando también en buena medida un equipo blanquiazul con más sabor a cantera y formación.

Con mucha ambición encara este derbi el Zamora Importa, dotando a este partido de un tratamiento especial al poner en marcha una iniciativa solidaria con África Carro y hacer un llamamiento a la afición para que abarrote la grada del Ángel Nieto. Un pabellón en el que los de Chema, que podrá contar con una plantilla de garantías para este envite, no han dejado volar todavía ningún punto.

Romper esa racha es la misión de un Desguaces Casquero que acude a esta cita tras una semana de mucho trabajo centrada solo en la victoria, teniendo incluso hoy por la mañana programado un entrenamiento para, después, comer todos juntos en un conocido restaurante de Benavente y desplazarse para jugar.

Son catorce los componentes de la primera plantilla benaventana a disposición de Bertolín, no entrenando en convocatoria ni Yayo ni Alex, teniendo que descartar un jugador para el choque justo antes de su inicio.