Inglaterra ganó por primera vez el Campeonato del Mundo sub-17, al derrotar a España gracias a su superioridad física y su talento en un partido que los españoles iniciaron ganando (2-0), pero en el que su orden y corazón no fueron suficientes para contener la fortaleza del rival.

Los dos mejores equipos del Mundial de la India hicieron que la entrada valiese su precio desde el pitido inicial. Tan solo 45 segundos tardó Inglaterra en probar los reflejos de Álvaro Fernández. Pero sería España la que abriera el marcador tras una jugada por izquierda de Miranda, con centro controlado por el pecho por César Gelabert, que dejó el balón a Sergio Gómez en el área pequeña. Inglaterra se lanzó entonces al ataque con gran intensidad y demasiada ansiedad, un riesgo que le costó el 2-0 en el minuto 31. Abel Ruiz, escorado a la derecha, centró al área pequeña para Gelabert, quien, rodeado de defensas jugó de memoria hacia Sergio Gómez, que tenía preparada la carabina.

Inglaterra se lanzó de manera frenética sobre el arco de Álvaro Fernández. Rondó el gol y terminó acertando a los 44 minutos, en una internada por derecha de Sessegnon que acabó en pase para que Brewster cabecera completamente solo en el área.

En la segunda parte Inglaterra comenzó a imponer la evidencia de su superioridad física. Además, como en todo el torneo, Foden puso todo el talento que tenía. El menudo interior se sacó de la chistera un pase imposible para que Sessegnon sirviera a Gibbs White el tanto del empate y se convirtió en una pesadilla para Miranda.