La incertidumbre política en Cataluña también afecta al fútbol, en especial al Real Madrid. El equipo blanco tiene que jugar el domingo a primera hora de la tarde en Girona. Se trata de un día señalado en rojo por el departamento de seguridad del club, que cambiará algunas de sus rutinas. Una de ellas es el cambio de autobús. Los jugadores no viajarán en el autobús oficial, sino en uno de alquiler. No existe ninguna amenaza contra el campeón de Liga, pero aun así se aumentará el protocolo de seguridad.

Esta decisión también está motivada por el partido del próximo martes en Wembley ante el Tottenham. El club blanco no quiere correr ningún riesgo ante lo que pueda suceder con la situación catalana y que el autobús oficial no llegue a la cita europea.