A veces, por mucho que uno lo intente, no puede enderezar su rumbo. Navega sin poder avanzar hacia el destino deseado como consecuencia del fuerte oleaje o de obstáculos insalvables. Viaja a la deriva, como parece que le ocurre ahora a un MMT Seguros entregado al máximo sobre la pista por intentar alcanzar una victoria que no acaba de alcanzar. Un triunfo que se le resiste tanto por encontrarse con rivales de alto nivel como por sus propios fallos. Errores que se producen, en parte, por la fuerte marea conformada por la acumulación de malos resultados. Guarismos que le arrastran a una rutina de la que busca salir para no terminar hundido.

Con esfuerzo intentó ayer el cuadro zamorano recobrar la buena senda, tratando de dejar atrás la zozobra de una Liga Asobal en la que lleva cinco jornadas sin puntuar. Sin embargo, la ocasión que brindaba la Copa del Rey para terminar con la dinámica negativa de los pistacho acabó siendo un nuevo trago de veneno en forma de eliminación en un partido que se resolvió por 22-18. Una derrota que volvió a llegar fruto de la poca eficacia ofensiva de los zamoranos, que cayeron ante un BM Nava más inspirado y dispuesto a demostrar los motivos que le llevan a ser un firme candidato en la pelea por el ascenso a la élite.

El de ayer no fue un buen encuentro, con dos equipos temerosos del rival y que en la primera mitad dedicaron mas tiempo a no dejar hacer al contrario que a intentar jugar. Con muchos problemas ofensivos en ambas escuadras, finalmente los locales estuvieron mas acertados, menos nerviosos, y acabaron abriendo una renta de dos goles al descanso que le permitió afrontar con mucha mas calma la segunda mitad y decantó el choque a su favor.

Los equipos Asobal debutaban en la segunda ronda de la Copa del Rey y el MMT Seguros Zamora lo hacía en Nava de la Asunción con la esperanza puesta en sumar su primer triunfo. Los locales, por su parte, sabían que tenían una ocasión única para intentar pasar ronda y saltaron a la pista muy concentrados, decididos a no dejar hacer al rival y ejerciendo con una fuerte presión defensiva.

El plan segoviano tardó en tener efecto. Fue el MMT Seguros el conjunto que se adelantó en el marcador y el que, tras una breve reacción de los hombres de Dani Gordo, puso la primera renta importante del partido en el electrónico demostrando su intención de no tirar la Copa del Rey por la borda a las primeras de cambio (3-5). Sin embargo, una doble exclusión para los visitantes permitió a su rival contrarrestar el fuerte inicio pistacho en un duelo en el que los goles llegaban con cuenta gotas. Tanto, que a los 15 minutos de partido el luminoso arrojaba aún un corto 5-5.

La igualdad era máxima en la pista entre dos equipos entregados, pero que se mostraban excesivo respeto. Los errores de uno y otro equipo a la hora de atacar marcaban el ritmo del encuentro y el marcador seguía moviéndose poco a poco, con alternancias de dominio sobre el 40x20, hasta que un error de los zamoranos en el centro del campo propiciaba un rápido contragolpe de los locales. Una acción importante ya que, con ella y gracias a una nueva exclusión, los de Nava de la Asunción iban hasta de 4 goles en el luminoso en menos de diez minutos (9-5).

Ya en la recta final de la primera mitad, el MMT Seguros intentó dejar atrás las posibles dudas generadas por el marcador adverso. Esos fantasmas que, a veces, le incitan a fallar lanzamientos o perder balones clave. Su determinación en esos compases de partido y una buena defensa, llevaron a BM Nava a no ver portería durante los siguientes cinco minutos. Una sequía que dejó la diferencia en el luminoso a solo dos tantos al paso por vestuarios (9-7).

La dinámica del partido no cambió en la segunda mitad. Los locales supieron manejar a la perfección su pequeña renta en el luminoso, apostando por mantenerse firmes en defensa e intentar ampliar renta al contragolpe. Les salió a la perfección. Y es que MMT Seguros estaba ahora obligado a poner toda la carne en el asador e irse a por el partido. Intentaron los visitantes buscar la portería rival y se hicieron dueños del balón.

Parecía que llegaba MMT Seguros con mas facilidad sobre el área contraria, y conseguía mover el marcador pese a que en numerosas ocasiones sus ataques se estrellaban ante la zaga local y a que en numerosas ocasiones acababan fallando sus lanzamientos fruto de los nervios y la precipitación. Mientras, BM. Nava seguía a lo suyo, sin prisa pero sin pausa, asegurando sus lanzamientos y saliendo bien al contragolpe para ir ampliando su ventaja. Así, los locales llegaban al ecuador de esta segunda mitad ya con cuatro goles de renta tras un parcial de 8-6 en unos minutos que habían resultado mas abiertos, pero que no beneficiaban al equipo zamorano (17-13, minuto 45).

En la recta final del encuentro MMT Seguros intentó volver a "los orígenes" y frenar el ritmo del encuentro, haciéndose de nuevo fuerte en defensa para intentar evitar que el rival continuase ampliando distancias en el luminoso. Lo consiguió, aunque esa mejora en defensa no vino acompañada de un mayor acierto arriba, lo que solo sirvió para mantener el "statu quo" y permitir que el BM Nava mantuviese su renta siempre en torno a los cuatro goles.

Peleó el equipo zamorano hasta el pitido final, pero no pudo neutralizar esa renta y tras un parcial de 5-5 veía como la victoria volvía a serle esquiva. Como quedaba eliminado de la Copa y volvía a alejarse del rumbo que debe tomar cuanto antes.