El Tour de Francia de 2018, cuyo recorrido será anunciado hoy, comenzará en la costa atlántica francesa, tomará prestados tramos de adoquines de la Roubaix, afrontará un original ascenso al Alpe d'Huez y tendrá una definitiva contrarreloj en el País Vasco francés la víspera del final.

Aunque los organizadores guardan en secreto los detalles del perfil del año próximo hasta la tradicional ceremonia de mañana, las habituales filtraciones permiten imaginar parte del recorrido de una cita que arrancará el 7 de julio desde la isla de Noirmontier, un inicio retrasado una semana para coincidir menos días con el Mundial de fútbol.

Esa circunstancia privará al Tour de tomar el paso del Gois, como en 2011, puesto que esta original carretera, que queda por temporadas sumergida por la marea, ya no será transitable en esa época del año.

Dos días después del inicio, los ciclistas afrontarán una contrarreloj por equipos en Cholet, con 35 kilómetros y un recorrido muy similar al de 2008. El Tour se asentará unos días más en Bretaña para, después, vivir el regreso de los adoquines en su viaje hacia el este con tramos de la París-Roubaix, en particular el famoso "carrefour del árbol", uno de los más temidos por los adeptos del "infierno del norte". Pero el plato fuerte estará en el Alpe d'Huez, aunque es posible que no se asciendan sus míticas 21 curvas.

Ya en la tercera semana, centrada en los Pirineos, vendrá la traca final, con una previsible contrarreloj individual por las carreteras del País Vasco francés entre lo más destacado.