Tras una extensa pretemporada, de ocho semanas, arrancará este fin de semana una nueva liga en Segunda División para el filial del Balonmano Zamora. Un conjunto con bastantes diferencias respecto a la temporada pasada, comenzando por su nombre ya que ahora está patrocinado por Baltasar Moralejo. Cambios que, sin embargo, no han alterado los objetivos y la ilusión de esta formación que volverá a estar dirigida por el técnico Diego Vieira.

El propio entrenador reconoce que su equipo llega a este inicio de liga "tras una preparación muy larga en la que ha habido mucha carga de trabajo", lo que ha generado "muchas ganas de comenzar a competir para observar el nivel en el que se está" dentro del filial. Un Baltasar Moralejo cuya meta volverá a estar fijada en "hacer un grupo homogéneo en el que la gente se encuentre cómoda entrenando y en el que, pese a jugar siempre para ganar, los resultados pasen a un segundo plano siendo la meta mantener una línea formativa para que los jugadores sigan creciendo y tengan opciones de alcanzar el primer equipo".

Hombres como Dela, Sandín, Fuentes o el meta Iván seguirán persiguiendo su oportunidad en Liga Asobal en un Baltasar Moralejo que cuenta con las incorporaciones de Galán (que regresa de su etapa en Bélgica), Álvaro Carbajo o Mario, así como de diversos juveniles cuya etapa en categorías inferiores ha acabado como Cardaba o Iván. Un grupo "repleto de estudiantes en Salamanca y trabajadores" que hacen complicado marcarse grandes objetivos en una Segunda División que se ha visto potenciada.

"Por lo visto en pretemporada, habrá mucha igualdad. Hay seis o siete equipos llamados a estar arriba, desde BM Delicias que peleó por ascender el año pasado, a los leoneses de Cuatro Caminos y La Virgen, o los filiales de Arroyo, Atlético Valladolid y BM Nava", apunta un Diego Vieira que prepara ya con sus chicos el primer envite en Aranda de Duero.