Rafael Nadal se impuso en un partido extremadamente complicado (6-3, 4-6 y 6-1) al búlgaro Grigor Dimitrov, y logró con ello el pase a la final del Abierto de China, un año después de que el jugador eslavo le eliminara en cuartos.

El español comenzó el partido en estado de gracia, sin apenas fallos en el primer set y en los comienzos del segundo, lo que unido a varios errores no forzados de Dimitrov y algunas voleas magistrales de Nadal parecían anticipar una victoria rápida. Nada más lejos de la realidad ya que Dimitrov se llevó el segundo set y obligó a Nadal a dar el máximo en el 3º.