Saulo Hernández afronta su segunda temporada en LEB Plata con la importante experiencia adquirida en la pasada campaña que le ha servido para confeccionar la nueva plantilla y planificar dentro de lo posible la preparación de la Liga. El equipo no está completo todavía pero ha afrontado el inicio liguero con toda la dignidad frente a uno de los favoritos al ascenso como es Lucentum. El técnico confía un año más en que el nuevo Aquimisa Queso Zamorano vaya creciendo a medida que avanza la competición, y espera no pasar al final los apuros de la pasada temporada.

- ¿Cómo ha sido este año el proceso de formación de la plantilla?

- El jugar por segundo año consecutivo en LEB Plata después de lo que sufrimos en el anterior, te hace tener muy claros los objetivos que persigues a la hora de configurar la plantilla, pero luego ya depende del mercado y de las posibilidades que tengas para conseguirlo. Respecto al año pasado, teníamos claras tres cosas: por un lado habíamos comprobado que necesitábamos jugadores con cierta experiencia en la categoría porque un grupo nuevo en la categoría llevaba un tiempo largo de adaptación. Además necesitábamos una refencia interior que el año pasado no la tuvimos y, por último, teníamos claro que la posición de alero alto el año pasado nos creó problemas y queríamos a alguien que nos ayudase en el rebote y que defendiera a jugadores que nos habían hecho daño en otros equipos.

- Ha vuelto a ser un proceso largo aunque se ha podido comenzar a trabajar antes.

- No está acabada todavía la plantilla. El proceso fue más rápido en las cinco o seis primeras incorporaciones porque se trataba de renovaciones. Ellos tenían claro que se querían quedar y nosotros queríamos contar con ellos. En líneas generales, completar la plantilla ha ido al mismo ritmo que el año anterior. Tengo que recordar que Johan Kody llegó en la quinta jornada y estamos todavía en la segunda y nos falta una incorporación. Además el año pasado no supimos que jugábamos en Leb Plata hasta el mes de julio y esta vez hemos podido trabajar desde mucho antes con ese grupo de cinco o seis jugadores.

- ¿Se ha quedado con las ganas de alguna renovación que no haya sido posible?

- Hay tres jugadores del año pasado que, tanto al cuerpo técnico como a muchos aficionados, les gustaron mucho: Sango, Perry y Solarin, pero unos por condiciones económicas y Perry por su condición de extracomunitario, no hemos tenido opción de renovarlos y sí, nos hemos quedado con las ganas.

- ¿Esta nueva plantilla va a hacer que el equipo juegue muy distinto al del año pasado?.

- Cuando se habla del CB Zamora, siempre se piensa en un equipo que no especula e intenta ganar de forma agresiva sin esperar al rival, y esa parte la vamos a conservar. Aunque los jugadores que tienen más experiencia nos van a permitir un cierto nivel de conceptos de juego que, a lo mejor, el año pasado no podíamos poner en práctica.

- ¿Cómo ha sido la pretemporada?, muy condicionada por los problemas en el Angel Nieto.

- Han sido varios factores. El Angel Nieto condiciona porque la carga y el volumen de entrenamientos que puedes aplicar a los jugadores no es el mismo en un pabellón con suelo de goma o en tarima. Además a nivel individual hemos tenido algún problemilla con la incorporación de algunos jugadores que han llegado tarde y con alguna lesión. Como el año pasado, nos tomaremos las primeras jornadas de Liga contra equipos muy potentes, no con resignación, pero sí como una prolongación de la pretemporada. El año pasado ya se demostró que la Liga es muy larga. Cuanto mejor se empiece, mejor para todos, pero nos tiene que dar un punto de tranquilidad saber que es mejor ir paso a paso, trabajando las cosas con una buena base que querer correr demasiado ahora al principio cuando el equipo no está preparado para ello.

- Sí, porque tocan los rivales más fuertes al principio.

- Quizás sea algo positivo. Alicante, fuera; Granada, en casa y Morón, fuera, probablemente sean tres de los partidos más fuertes de la temporada. Ya de por sí, sería muy complicado arañar algo, pero con la pretemporada que hemos hecho, es aún más complicado. Yo me lo tomo como unas semanas que nos servirán para mejorar nuestra puesta a punto y, cuando nos enfrentemos a rivales más de nuestra Liga, quizás podamos aprovechar el estado de forma óptimo y tendremos más posibilidades de triunfo.

- ¿Dónde va a estar la liga del CB Zamora?

- En EBA me aventuraba un poco más a predecir dónde pensaba que podríamos estar porque era una categoría en la que había estado como jugador y entrenador y, más o menos, tienes claro el nivel, conoces a todos los jugadores y los cambios de las plantillas. Esta temporada es la segunda en LEB Plata, hay muchos jugadores nuevos, muchos "rookies", equipos que vienen de EBA y que aprovechan que mantienen el bloque que les puede dar un gran rendimiento en la primera parte de la Liga. Entonces, hasta que no acabe la primera vuelta, cuando nos hayamos hecho una idea más clara de los rivales, no tendremos claro dónde estamos. Aún así, sabemos que no podemos pensar en cualquier otra cosa que no sea la permanencia. ¿Que después podemos conseguir algo más?, pues encantados. Tenemos los pies en el suelo, sabemos de dónde venimos, ésto es complicadísimo, es la segunda temporada en Plata después de toda la vida en Liga EBA y tenemos claro que queremos consolidarnos en esta categoría.

- ¿Cree que tiene más equipo que el año pasado o lo va a tener?

-Creo que es un equipo más completo. Tal vez el año pasado teníamos jugadores capaces de romper un partido ellos solos, especialmente el caso de Sango, pero este año tenemos más equipo en el amplio sentido de la palabra. Con más jugadores que tienen ya más experiencia en la Liga y una distribución por puestos más equilibrada ya que el año pasado el aporte exterior y el interior estaban absolutamente desequilibrados. Esa es la sensación que tengo y, si hay que elegir, seguramente me quedaría con el equipo de este año, pero esto no son matemáticas. El año pasado teníamos un equipo muy justo que tuvo que aprender a marchas forzadas y al final salvamos la categoría. Este año tendremos que ver a dónde nos lleva el trabajo y el día a día.

- ¿Cómo es el grupo humano?

-La verdad, no puedo poner ninguna pega porque además esta pretemporada ha sido muy ilustrativa para ver el equipo que tienes porque no es sencillo ir a entrenar muchos días seis, siete, cinco jugadores en el pabellón Camba todos los días. Tener la sensación de que no se mejora en esas condiciones y la actitud que han tenido durante este tiempo me hace ser bastante optimista respecto al desarrollo de la Liga porque la sensación que me transmiten dentro y fuera del vestuario es fantástica.

- También será distinta la forma de afrontar la Liga para usted con la experiencia adquirida en la pasada campaña.

- Nos pasa a todos en cualquier faceta de la vida: lo desconocido lleva por una parte cierto miedo de cometer fallos por desconocimiento. No digo que este año no los vaya a cometer pero sí que la sensación es distinta desde que empiezas a configurar la plantilla, a la hora de entrenar, sabes lo que la liga te va a exigir. Conocer esas cosas es muy valioso para cualquier entrenador y esa sensación tenemos el cuerpo técnico a día de hoy. Pero también sabemos que cada partido será una guerra, que va a ser muy complicado y cada rival va a ser una batalla porque, además, por primera vez en muchos, años, salvo en los desgraciados temas de Marín y Zornotza, los ascensos y descensos se están respetando. Eso hace que los equipos sepan que si descienden, descenderán casi con toda seguridad y nadie se va a guardar nada. Ni en esfuerzo económico para fichar a los mejores jugadores y en la pista también lo darán todo porque en los despachos va a estar muy complicado.

- El gran objetivo de la temporada no será únicamente lograr la permanencia, también habrá que trabajar para continuar con el proceso de recuperación de la afición, seguir intentando llenar el Angel Nieto.

- Me emocioné en el último partido de la pasada temporada contra Albacete, no sólo porque significaba mantener la categoría sino porque yo siempre he dicho que, desde hace siete años que soy entrenador, no entiendo este proyecto y este esfuerzo sin los aficionados. Es el único motor que tenemos, contribuir a que la ciudad tenga una alternativa de ocio, un equipo que les ilusione, que les represente y con el que estén identificados. En el partido contra Albacete, ver a la gente cómo estaba de ilusionada, ver levantarse al final a absolutamente todos los espectadores que asistieron, fue maravilloso. En los tiempos que corren, conseguir que alguien se emocione, se alegre y se interese por algo es un reto personal que nos gustaría que se repitiese más a menudo. El año pasado, los aficionados que iban a los partidos solían repetir. Al final, aunque no entiendas de baloncesto, hay un idioma universal que es el esfuerzo y la ilusión que lo entiende todo el mundo. Todos los que iban entendían que nos vaciábamos, no llegaríamos a veces a la victoria a lo mejor por nivel técnico, pero dábamos el máximo, y eso es lo único que les exijo a los jugadores desde el primer día que visten esta camiseta. Siguiendo por ese camino, cada día engancharemos a más gente, estoy seguro.