Alerta y pendiente del móvil, tratando de cerrar hasta el último detalle, José Antonio Quintana vive días frenéticos antes de una nueva temporada en la Liga Asobal. Una categoría dura en todos los sentidos pero en la que piensa que su club puede asentarse de forma permanente en el futuro.

-De nuevo en lo más alto. ¿Cómo ha sido el camino del ascenso hasta hoy?

-Ha sido un verano vertiginoso, de mucho trabajo a todos los niveles. Ha sido muy intenso y estamos impacientes esperando a mañana, a que pite el árbitro, porque para llegar a ese momento hemos tenido que hacer un gran esfuerzo todos los miembros del club.

-Un esfuerzo que habrá que prolongar ya que, a priori, el MMT Seguros es «la cenicienta» de este baile, ¿no?

-Sin duda. Para nosotros es un premio llegar a la máxima categoría, no es fácil alcanzar la Liga Asobal por segunda vez en tres años. Sabemos dónde podemos llegar y cuáles son nuestras opciones, posibilidades que pasan por las mismas claves que hace dos años cuando descendimos o "nos descendieron" por un poquito. Hemos confeccionado una plantilla que invita a ser optimistas, a pensar que volveremos a luchar hasta el último día para alcanzar el objetivo. Una meta que no puede ser otra que la salvación.

-¿Es muy difícil encontrar apoyo económico para conjugar un equipo fiable en la Liga Asobal con una base tan grande? ¿No sería más fácil centrarse en tener un gran primer equipo?

-Quizá pero, si hiciéramos eso, no seríamos el Balonmano Zamora. Tenemos muy presentes nuestras raíces, la esencia y filosofía de la entidad, las bases sobre las que se fundó. Somos un club de cantera, siempre lo hemos defendido y ahora se está empezando a ver todo el trabajo que se ha hecho desde hace años con la base. Es un trabajo que no da sus frutos a corto plazo pero que, con el tiempo, ofrece resultados deportivos. Ahora mismo contamos con las campeonas de Castilla y León en categoría juvenil y cadete, varios jugadores zamoranos a punto de disputar la Liga Asobal y otros jugadores en equipos importantes fuera de la provincia. Son los éxitos de una filosofía que no puede cambiar por estar en la élite.

-Pero limita los recursos para luchar con los más grandes...

-Puede que sí pero ya hemos visto a otros clubes tomar la decisión de focalizar su atención en el primer equipo y ahora están en Primera Nacional o extintos. Independientemente de la categoría en la que estemos el club debe seguir con su con su crecimiento sostenible. El año que descendimos se creó un equipo sénior femenino y, al siguiente año, fue subcampeón autonómico. Esa es la apuesta correcta, crecer desde la base y poniendo las raíces de nuestro trabajo en Zamora.

-¿Es lo que hace al Balonmano Zamora un club modelo?

-No sé si somos un modelo pero sí que es cierto que, cuando sales fuera y hablas con otros clubes, alaban la labor que tenemos con los números que manejamos a nivel económico. Algunos no dan crédito a los logros que obtenemos.

-¿Y cómo lo consiguen?

-Esa pregunta tiene fácil respuesta: con mucha gente trabajando desinteresadamente durante muchas horas, colaborando con gran paciencia y calma. Especialmente con mucha paciencia, cosa que afortunadamente abunda en todos los que están detrás de este proyecto porque... sin ella sería imposible nada de esto (ríe).

-¿Ha echado en falta algo más de ayuda económica a la hora de mantener ese proyecto?

-Siempre se echa de menos ayuda porque siempre quieres contar con más recursos. No sólo nosotros, todos los clubes de Zamora requieren más colaboración. En nuestro caso, tenemos los pies en el suelo y somos realistas, Zamora está en la situación que está y, por ello, estamos muy agradecidos a las instituciones y a las empresas que hemos ido captando y fidelizando cada campaña. Son imprescindibles para que un club, éste y todos, funcione.

-Pero el año pasado, por primera vez en mucho tiempo, el balance económico fue negativo. ¿Un toque de atención?

-Fue negativo en un porcentaje muy pequeño debido a los inesperados viajes de la base a los Campeonatos de España. Son gastos a sufragar y no vamos a competir por ganar para renunciar después a estar con los mejores. Fue un caso excepcional y creo que este año volveremos a cumplir con los números una vez más.

-¿Cómo ve el futuro del Balonmano Zamora?

-El club goza de buena salud. Es cierto que contamos con un volumen de jugadores muy grande pero queremos mantener ese crecimiento, independientemente de la categoría en la que esté el primer equipo, aunque este sea el espejo en el que se deba mirar el resto de conjuntos.

¿El objetivo, a largo plazo, es quedarse en la élite?

-A día de hoy es el único objetivo que nos planteamos, llegar al final de temporada con opciones. Y, en el futuro, dependerá del respaldo que Zamora quiera ofrecer al equipo. Yo me atrevería a decir que, a medio plazo, podríamos tener al Balonmano Zamora asentado en Asobal. Pero eso, que tiene un valor muy importante para la provincia, requiere una serie de esfuerzos a realizar por todos nosotros.