El Zamora CF alargó ayer en Palencia su gran inicio de liga al sumar su segunda victoria consecutiva, primera a domicilio, en dos jornadas. Un triunfo que, a diferencia del primero, llegó a base de sufrir pues el Cristo Atlético plantó batalla hasta el final en una contienda en la que, además, los rojiblancos se vieron forzados a remontar. Los morados se adelantaron antes de la media hora de juego pero los de Miguel Losada voltearon el marcador sacando mucho crédito en dos acciones a balón parado para, en el descuento, dar carpetazo al partido con el 1-3 de Silveira.

El partido comenzó muy igualado con los dos equipos intentándose hacer con el control del cuero. En plena lucha por ese dominio no hubo ocasiones. La única antes de que llegasen los dos goles de la primera parte una falta directa de Roberto Levas que obligó a Guille a emplearse a fondo para acabar despejándola. A partir de ahí en dos minutos frenéticos se vio más fútbol que en el resto de la primera parte.

Los palentinos golpearon primero en el luminoso con un golazo de Kaká. Los morados estaban merodeando con peligro los dominios de Miguel hasta que en el minuto 26 el central del cuadro motado recogió el cuero desde la frontal del área y soltó un latigazo ajustado a la madera que acabó alojándose en el fondo de la red.

La réplica de la escuadra zamorana llegó dos minutos después en una acción a balón parado. El colegiado decretó libre indirecto a la altura de la media luna. Javi Rodríguez fue el encargado de ejecutarlo y tras tocar en la barrera la trayectoria despistó a Guillermo que no pudo hacer nada por evitar el gol. Antes del final del primer acto una cesión comprometida sobre Miguel pudo permitir a los palentinos irse con ventaja a vestuarios pero el despeje defectuoso del arquero se marchó fuera y el empaté campeó al descanso. Dos acciones a balón parado en un córner para el Cristo y en una falta para el Zamora fue el recurso para conseguir ver puerta.

Tras la reanudación el Zamora siguió sacando provecho del balón parado, camino por el que no tardó mucho en volver a encontrar la senda del gol. En este caso, cuando corría el minuto 48, gracias una falta lateral que, tras ser despejada por la defensa, dio lugar a una segunda acción en la que César Simón le ganó la partida a su par. Se adelantó al defensor y con un remate de primeras rapidísimo y con el exterior, ajustó al primer palo con un remate hacia un ángulo inalcanzable de la portería para Guillermo.

Con el 1-2 el cuadro de Yoni Prado empezó de nuevo a tener el dominio del partido pero sin generar demasiado peligro. Por su parte los Zamoranos dieron un paso atrás, retrasaron líneas e intentaron matar el partido al contragolpe con balones largos buscando a César Simón.

Hubo que esperar hasta el minuto 66 para el primer acercamiento serio del Cristo Atlético. Tras una triangulación Diego finalizó de disparo cruzado pero Miguel se echó al suelo para atrapar con solvencia. El propio Diego tuvo un mano a mano ante Miguel pero el arquero salió muy bien a achicar espacios, se echó a las piernas del delantero y taponó el remate. El delantero del cuadro palentino se convirtió en la principal amenaza para los de Miguel Losada.

En el 82 solo y dentro del área, de nuevo Diego empaló un balón a media altura pero quiso darle mas potencia que colocación y el esférico se escapó muy alto.

Los palentinos no cejaron en el empeño de lograr el empate hasta el final. En el 86 dispuso de una ocasión doble. La primera en las botas de Jaime al que Miguel se echó a los pies para taponar el disparo. El rechace fue a parar a las botas de Diego que con todo de cara la volvió a enviar alta.

Los morados acabaron encerrando al Zamora en su propia área pero los visitantes supieron sufrir para llevarse los tres puntos en uno de los feudos mas complicados de la categoría y en el descuento y con el Cristo Atlétioco volcado Silveira se estrenó como goleador rojiblanco con el 1-3 tras un brillante contragolpe que puso fin al duelo.