El Real Madrid, que disfruta de un momento histórico con la conquista de dos Liga de Campeones consecutivas y la Liga, más un inicio de temporada en la que tiene a tiro ganar las dos Supercopas, recibe a un Barcelona que no se da por vencido tras el 1-3 de la ida y buscará la gesta para adjudicarse el título en el Bernabéu.

El fútbol es un estado de ánimo y en el presente el del madridismo está por las nubes y el del barcelonista tocado. Así se reflejó en la ida de la Supercopa de España, la oportunidad perfecta para el Barcelona de despertar del golpe de perder a Neymar ante su eterno enemigo. El terreno de juego no engaña y la sensación de impotencia ante un rival de dulce, acabó reflejada en el marcador.

Pero no se fían Zidane ni sus jugadores, que perdieron el último clásico del Santiago Bernabéu en el último minuto, de un Barcelona herido en su moral y en reconstrucción. La consigna de vestuario es salir a ganar, a hurgar en la herida y conseguir el segundo título.

El clásico llega inevitablemente marcado por la polémica de la ida, la expulsión de Cristiano Ronaldo y su reacción con un empujón al colegiado. Cinco partidos de sanción son el duro castigo que ha encendido al madridismo y provoca que hasta Zidane perdiese la sonrisa para denunciar una "mano negra" detrás. De una acción en la que su jugador jamás quiso simular, llega una consecuencia negativa; su ausencia en la vuelta de la Supercopa y las cuatro primeras jornadas de Liga. Eso sí, a la estrella blanca le queda el consuelo de haber sido nominado para optar al premio Mejor Jugador de la UEFA. Un galardón que cuenta también con la figura del FC Barcelona Leo Messi y el portero de la Juventus Luigi Buffón como candidatos.

Aunque la baja de un miembro de la BBC por otro lado, es un quebradero menos de cabeza para Zidane a la hora de mantener el sistema que funciona, con cuatro centrocampistas y un Isco instalado en la excelencia. Debe decidir el técnico madridista si mantenerle, con el riesgo de cargar en exceso de minutos a su actual referente, o darle descanso para la titularidad de Marco Asensio quien, como no, firmó otro estreno marcando en una competición. La quinta vez que lo repite con el Real Madrid.

Se perfilan rotaciones de Zidane con la posible entrada de Nacho Fernández o Theo en defensa, el regreso de Luka Modric en la medular tras cumplir sanción y la entrada de Asensio desde el primer minuto. El foco está puesto sobre la doble B de ataque. Bale y Benzema no han marcado ni un solo gol en toda la pretemporada y serán exigidos por su afición. La necesidad de marcar aumenta. Aunque la indignación con los arbitrajes también ha desviado la atención de la afición sobre su sequía y seguro que se dejará notar hoy.

Tras caer por 1-3 en el partido de ida, disputado en el Camp Nou, el Barcelona visita el Santiago Bernabéu consciente de que solo una gesta le permitirá mañana revalidar la Supercopa de España. El clásico del pasado domingo confirmó algo que el conjunto azulgrana ya sospechaba, que ahora mismo, el Real Madrid está un peldaño por encima, más aún tras la inesperada fuga de Neymar.

El Barça trabaja a destajo para cubrir la baja del astro brasileño, pero de momento solo ha podido traerse a su compatriota Paulinho, que las últimas temporadas ha jugado en la Liga china y que será presentado el próximo jueves como nuevo jugador azulgrana.

El guión de esta vuelta de la Supercopa parece a la medida de los de Zidane: el Barcelona tendrá que salir a atacar a tumba abierta con el hándicap de que se enfrenta al mejor equipo del mundo cuando sale jugando a la contra.

Así que no es descartable que Valverde, que dará la lista de convocados tras el entrenamiento de esta tarde, piense más en el debut liguero del próximo domingo ante el Betis en el Camp Nou que en un título menor que además tiene muy cuesta arriba.

El técnico extremeño podría dar entrada a Mascherano en sustitución de Umtiti en el eje de la zaga, apostar por Semedo como relevo de Aleix Vidal en el lateral derecho, alinear a Sergi Roberto o André Gomes en el centro del campo en sustitución de Rakitic y dar entrada a Denis Suárez en la punta izquierda del tridente en detrimento de Deulofeu.

Tampoco es descartable que Valverde, acostumbrado a rotar en la portería, apueste por Cillessen para premiarle por su buena pretemporada, teniendo en cuenta que Ter Stegen parece que volverá a ser el meta titular en la Liga y en la Liga de Campeones.