El trabajo ya está hecho. La preparación para la Vuelta a España de Jaime Rosón está realizada, a falta de unos últimos días en Béjar donde el zamorano apura sus últimos entrenamientos antes de aterrizar en Nimes para correr su segunda grande y mejorar los resultados cosechados el año pasado cuando conoció la Vuelta a España

En Béjar, Rosón está encontrando "muy buenas sensaciones" en sus últimos test, unas sensaciones que está notando durante todo el año y que le han permitido acabar cuarto en la Vuelta a Burgos, luchando hasta la última etapa por subirse al podio final.

"Estoy subiendo más rápido que el año pasado y me notó con más potencia" explica Jaime Rosón sobre sus sensaciones en los últimos entrenamientos en bejar y los días que pasó en Andorra, donde acabó todos sus test.

En la última carrera, la Vuelta a Burgos, Rosón aguantó con los mejores y finalizó cuarto y aunque iba a hacer la general "no esperaba estar tan arriba", por lo que ha sido un gran estímulo para luchar en la Vuelta a España que empieza en una semana.

"Todavía no sé si voy a ir a hacer la general o a buscar el triunfo de etapa. Tengo que hablar con el equipo y valorarlo. Si voy a hacer la general es muy dificil hacer mejor del décimo puesto. Sin embargo, creo que tengo una etapa en las piernas este año" explica el ciclista zamorano que todavía no tiene marcada en el calendario ninguna de las etapas de montaña.

Para poder luchar en la ronda española hay que llegar muy bien de forma porque la montaña llega muy pronto. La etapa de Andorra puede ser un gran momento para Jaime Rosón ya que conoce varios de los puertos que se suben de su "stage" en Andorra.

Esta edición de la Vuelta es "una de las mejores" en cuanto a nombres, algo que también ilusiona al zamorano que podrá luchar con varios de los mejores ciclistas del panorama actual.

Con quien ya se vio las caras en la Vuelta a Burgos fue con Mikel Landa, que podría ser su compañero de equipo el próximo año en el Movistar. La diferencia de forma de ambos corredores, uno todavía en preparación para la Vuelta a España y otro acabando su temporada tras el Tour, se notó en las subidas de Burgos, a las que el zamorano ya llegaba justo "al tener poco fondo" todavía.