El Amigos del Duero tuvo ayer su primera toma de contacto de pretemporada con la disputa de un amistoso en Coreses ante un combinado de veteranos de la localidad. El encuentro supuso el estreno del proyecto de Sergio Castro, que este año sustituye a Samuel Merino en el banquillo. Eso sí, el técnico no pudo dirigir a sus pupilas en el debut por motivos personales y delegó en su segundo, Javier Calvo, que se mostró satisfecho con una prueba que sirvió más "como entrenamiento" que como un ensayo real de competición: "Nos ha costado en el aspecto físico, pero hemos ido viendo un poco lo que les pedíamos", señalaba el ayudante técnico del cuadro zamorano.

En ese sentido, Calvo aludía a la importancia que va a tener en el nuevo proyecto el hecho de "sacar el balón jugado desde atrás" y de ejercer "una buena presión en el campo rival" para tratar de dificultar la salida de las contrarias.

Esas ideas son las que intentará plasmar el Amigos del Duero ya el martes, en el que será su primer partido "serio" de la pretemporada. Las amarillas viajarán a Asturias para medirse al Oviedo Moderno, un conjunto que logró la primera posición en su grupo de Segunda el año pasado y que supondrá un reto muy exigente para las mujeres de Sergio Castro: "Ahí cambiará mucho. Será un ensayo más real, empezando porque será ante un equipo femenino", subrayaba Javier Calvo, consciente de que aún queda mucho trabajo por delante, pero también de que es positivo medirse a enemigos que plantearán problemas similares a los que se encontrará el Amigos del Duero en la competición.

Por lo pronto, en el choque disputado ayer, el triunfo cayó del lado de los veteranos del Coreses, en un duelo al que el Amigos del Duero acudió con tan solo catorce jugadoras: "El resultado era lo de menos. Lo que hemos hecho es repartir minutos y cargas, como corresponde a estas alturas de pretemporada", concluía Calvo.