Eran más de las once de la noche del sábado y los diferentes medios asturianos que cubrieron la información del Descenso Internacional del Sella reflejaban diferencias en la clasificación de la prueba dentro de la categoría C-1. La principal, en la parte alta de una lista de canoístas en la que Javier Bernal se situaba entre los primeros puestos. El zamorano figuraba tanto en el segundo como en el tercer puesto debido a un inesperado lance provocado por un competidor que quiso alcanzar el triunfo "pasándose de listo".

La lucha entre canoas fue apasionante, con Javier Bernal consiguiendo la cabeza de la carrera desde los primeros metros. Al menos, hasta que la prueba había superado sus primeros kilómetros. Porque, para sorpresa de todos, en el kilómetro 14 una embarcación individual se ponía al frente de la categoría C-1 superando incluso a las embarcaciones por parejas.

La repentina aparición de la canoa en cuestión hizo saltar las alarmas y llamó la atención de los jueces que se percataron de la maniobra efectuada por el "pícaro" palista que pasó a dominar la prueba que acabó -finalmente- con victoria del riosellano Diego Suárez, seguido de cerca por Javier Bernal.

El repentino líder de C-1 en cuestión había realizado una maniobra antideportiva de manual. Una de las que pasan a adornar el capítulo de anécdotas de las grandes citas. Y es que, el "bribón" canoísta no tomó la salida como el resto de participantes, bajo el puente de Arriondas a la espera del sonido del cañón, sino que optó por subirse en moto y entrar al río casi 15 kilómetros más adelante de la meta. Toda una filigrana que, a mayores, ejecutó con una embarcación sin chip.

La "jugarreta", sin embargo, fue vulgar y descuidada. Porque su autor, dejándose llevar por sus ansias de victoria, inició su competición incorporándose por delante de las embarcaciones dobles -siempre más rápidas- lo que despertó las sospechas de los participantes y, a la postre, la de los jueces. Dudas que acabaron por poner fin al embuste, aunque hubiera que esperar durante horas para que esta anécdota se acabara viendo reflejada en la clasificación oficial. Documento en el que Javier Bernal terminó por ocupar una más que merecida segunda plaza tras luchar remo a remo con Suárez, quien le batió con apuros durante los últimos metros al conocer mejor el porteo de la Boticaria, lugar que aprovechó para tomar la cabeza y proclamarse campeón con incertidumbre.

Al podio también subió José Miguel Herrador en el K-1 veteranos, al conseguir la tercera plaza con su embarcación. Un podio que rozó Paula Domínguez en categoría sénior, subiendo de categoría por la escasez de competidoras en junior. Domínguez fue cuarta y casi sorprende a las máximas favoritas. Del Teso acabó en el puesto 27 y Alejandro Sánchez, con problemas físicos en un hombro, tuvo que retirarse.