A menos de un minuto del liderato y a ocho segundos del podio. Así salió Jaime Rosón del martirio del Picón Blanco, el puerto que destapó fortalezas y debilidades de los favoritos en la tercera etapa de la Vuelta a Burgos. El corredor zamorano supo sufrir en una ascensión agónica para agarrarse al ritmo de Enric Mas y Miguel Ángel López en la persecución imposible a David de la Cruz y un Míkel Landa que juega en otra liga. El alavés ganó con suficiencia, mientras que el líder del Caja Rural - Seguros RGA acabó cuarto.

Desde el principio, el SKY demostró un potencial imparable para gobernar la carrera. El equipo de Landa, que en esta ocasión sí maneja los galones de líder, realizó una dura aproximación al puerto en una jornada ya de por sí bastante exigente, con varios puertos por el camino y una escapada protagonizada por Gatis Smukulis (Delko).

El corredor letón alcanzó la base del Picón Blanco con minuto y medio de renta sobre el pelotón, pero apenas pudo resistir tras las primeras rampas. El ritmo del conjunto de Landa resultó demasiado exigente para un ciclista de perfil bajo en escalada, que tuvo que ceder sin apenas presentar batalla en el puerto.

A partir de ahí, el SKY puso un ritmo machacón que fue dejando por el camino a un reguero de ciclistas, algunos de ellos de renombre, como Dani Moreno. Esa marcha no rompió a Rosón, que reaccionó al ataque de Enric Mas a falta de menos de cinco kilómetros para meta y se enganchó al grupo de favoritos con Landa, De la Cruz, Moscon y Miguel Ángel García.

Una vez neutralizado Mas, su compañero De la Cruz lanzó una nueva tentativa, a falta de tres kilómetros para la meta, que ya solo respondió Míkel Landa. El alavés se lanzó en defensa del morado y dejó atrás a García, Mas y Rosón, que se enganchó en el vagón de cola de ese trío en busca de minimizar la pérdida con los dos favoritos y de agrandar la distancia con sus potenciales rivales por un podio que no parece, ni mucho menos, una utopía.

La situación de carrera se mantuvo estable hasta el último kilómetro mientras los ciclistas se retorcían para superar unas rampas que llegaban a alcanzar el 17%.

Solo al final, la fuerza de Landa se impuso por delante al empuje de David de la Cruz y el poderío de Mas dejó mínimamente descolgado a Rosón, que sí fue más fuerte en la llegada que García, demasiado generoso en el esfuerzo en las rampas previas.

Así las cosas, y a la espera de la ascensión a las Lagunas de Neila, que tendrá lugar el sábado, el zamorano es cuarto y confirma su condición de mejor castellano y leonés de la ronda burgalesa, con una ventaja lo suficientemente amplia como para pensar que nadie le arrebatará ese maillot.