"Eso es mentira. Yo tengo sangre zamorana, no solo yo sino toda mi familia. Zamora está en mi ADN, en mi documento de identidad y en mi corazón", respondía en una de sus últimas visitas su tierra natal Ángel Nieto sobre el eterno mito en el que se decía que renegaba de sus orígenes. Unas raíces zamoranas que solía recordar con cariño en todas las entrevistas que concedía al volver al que fue su hogar durante su primer año de vida.

La leyenda del motociclismo español sentía orgullo por haber nacido en Zamora. Así lo dejó claro en una de sus primeras visitas a la que fue su casa tras dejar atrás las motos. "Puedo presumir de muchas cosas, una de todos los títulos ganados; y otra, de ser zamorano", expresó con rotundidad, afirmando que en cada regreso su primer recuerdo era del de "correr con la moto por las Tres Cruces y la bajada hacia la estación de trenes". Pero esa no era la única imagen que a Ángel Nieto se le pasaba por la cabeza cuando venía a visitar a los numerosos amigos que tenía en la "Perla del Duero", no en vano durante muchos veranos sus calles fueron el escenario de sus vacaciones.

"Mi tía, la hermana de mi madre, tenía una fábrica de gaseosas allí; y mis primos regentaban un bar en San Torcuato. Recuerdo estar con ellos y con toda mi familia, que era muy numerosa, durante los primeros años de mi vida en cada verano. Además, también me acuerdo mucho de Valorio, donde bajábamos a menudo", apuntaba el 12 + 1 veces campeón del Mundo en una de sus cada vez más numerosas visitas a una Zamora en la que corrió años después de aquella infancia que llenaba su voz de calor.

Posiblemente por la nostálgia de tan buenos tiempos, Ángel Nieto acudió con más frecuencia a Zamora. Con una agenda más liberada, a la leyenda del motociclismo español le gustaba "sentir el cariño" de los aficionados de si tierra natal, estableciendo con muchos de ellos gran amistad. Vínculos que mantuvo durante años como el que le unía a la Asociación Motociclista Zamorana, entidad que le nombró presidente de honor pocos meses después de su fundación.

El cargo presidencial complació de gran manera a Ángel Nieto que, desde entonces, acudía siempre dentro de lo posible a apoyar las iniciativas de la asociación. "Yo me implico con todo lo que tiene que ver con las motos, y si es en Zamora mucho más", reconocía en 2010 cuando fue homenajeado por nada menos que un centenar de moteros que le escoltaron para recibir un premio en el Día de la Provincia. Un reconocimiento, humano e institucional, que para él superaba con creces lo que pudiera ofrecerle un Príncipe de Asturias que siempre le fue esquivo.

Exposiciones y cenas. Muchos eran los actos a los que acudió en Zamora en sus últimos años el gran Ángel Nieto, que esperaba la creación de un circuito en su tierra y de un museo en su honor. Un hombre que, en una familia sin vinculación alguna con el motor, inició una de las sagas deportivas más importantes de nuestro país. Una España que le admira por todo lo que consiguió dentro del mundo del motociclismo (12+1 títulos mundiales y 29 campeonatos nacionales), al que siempre decía haber llegado por ser de Zamora, por ser el sobrino de la dueña de la fábrica de gaseosas "Campeona".