Jaime Rosón superó ayer sin demasiados contratiempos la segunda etapa de la Vuelta a Burgos, una jornada prácticamente llana que unió las localidades de Oña y Belorado. El zamorano del Caja Rural - Seguros RGA pudo mantener intacta la distancia que le separa de Mikel Landa, líder de la General, y conservar su posición en el top 15 de la ronda a la espera de afrontar hoy el ascenso al Picón Blanco.

Del mismo modo, Rosón se mantiene en el mismo tiempo que Carlos Barbero (Movistar Team) en la pelea por convertirse en el mejor castellano y leonés de la carrera, aunque aún faltan dos jornadas muy duras que, a buen seguro, permitirán abrir diferencias entre ambos. Actualmente, los dos se encuentran a siete segundos del liderato.

En cuanto a la etapa de ayer, el corredor italiano Matteo Trentin (Quick-Step Floors) se adjudicó al sprint la victoria. El corredor transalpino estrenó su palmarés en este curso en el día de su cumpleaños, al ser más rápido que el británico Adam Blythe (Aqua Blue Sport) y el holandés Tim Arisen (Roompot Oranje Peloton), segundo y tercero, respectivamente en la meta.

El compañero de Rosón, Lluis Mas (Caja Rural), fue el más combativo de una escapada de 7 corredores que protagonizó la fuga de la jornada, en la que se ascendía el Alto del Portillo, puntuable de segunda categoría en el tramo inicial, y fue neutralizado a tan sólo 9 kilómetros de la meta por el trabajo del Sky, Cofidis y Quick Step.

Así las cosas, el vencedor de la etapa de ayer, el italiano del Quick Step Matteo Trentin, se mostró muy satisfecho por haber podido sumar ayer su primera victoria de la temporada, coincidiendo además con su cumpleaños.

"Es una fiesta doble", aseguró, al tiempo que agradecía el "increíble trabajo" desarrollado por su equipo, que ayer ya se quedó a las puertas de la victoria en las rampas del Castillo de la capital provincial.

"Hemos controlado" la aproximación ante equipos como el Aqua Blue, el Cofidis o el SKY, subrayó Trentin, que zanjó el trabajo con un "sprint muy rápido", en el que las condiciones de la carretera facilitaban rodar "a 115 o 120 pedaladas por minuto", explicó.

Con todo, el ciclista italiano no descarta intentarlo de nuevo antes de que acabe la ronda burgalesa. De momento, en la etapa de mañana espera estar en el "grupo" y superar las exigentes rampas del Picón Blanco.

Precisamente, ese puerto cierra la disputa la tercera etapa, con cuatro puertos de tercera, el Alto de la Mazorra, de primera, al inicio y la llegada en el puerto de Picón Blanco, de categoría especial y pendientes de hasta el 17 por ciento que lo sitúan a la altura de las míticas Lagunas de Neila.

En ese sentido, todo apunta a que habrá diferencias importantes entre los favoritos, aunque la forma exhibida por Landa en la primera etapa y también antes en el Tour de Francia, donde se quedó a un segundo del podio, convierten al ciclista alavés del SKY en el indiscutible favorito para alzarse con la victoria tanto en la etapa como en la General de la Vuelta a Burgos.

"A ver si tengo un buen día" para poder "reforzar" el maillot en una jornada en la que puede que haya "muchas diferencias", incluso más que las que pueda haber en la última etapa, en la que se ascenderá a las Lagunas de Neila, aseguró ayer el corredor vasco.

En este sentido, Landa asumió su papel de favorito en compañía del SKY, que hoy ha "controlado" la carrera para que la etapa se decidiera al sprint.

"Una vez que se ha ido una fuga que no ponía en peligro nuestra pelea individual", el equipo se ha "limitado" a "controlar un poco", explicó.

A partir de ahí, "los equipos de los esprinters han hecho la labor" de caza a la fuga y el propio SKY lo ha intentado, añadió.

No en vano, el conjunto británico se ha presentado en esta edición de la ronda burgalesa con "corredores jóvenes y corredores que van a la Vuelta a España", por lo que cada día se busca una "oportunidad".