La nadadora española Mireia Belmonte acude al Mundial de Budapest en busca del último sueño de su carrera: la conquista de un oro mundial que suponga el mejor broche a una exitosa trayectoria coronada el pasado verano con la medalla de oro en los 200 mariposa de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

La catalana, que debuta hoy en su jornada más difícil, ha repetido su apuesta arriesgada con seis pruebas (200 estilos, 200 mariposa, 400 estilos, 400 libre, 800 y 1.500). La misma estrategia que le llevó al éxito en Brasil hace 12 meses, pero focalizada en ese 200 mariposa donde goza de más opciones. La nadadora del UCAM Murcia tiene medallas de todos los colores y en todas las competiciones, pero solo le falta el oro en un Mundial de piscina de 50 metros. Belmonte, a sus 28 años, atraviesa su madurez deportiva, pero la empresa no será nada sencilla. Entre sus rivales, la potente Katinka Hosszú -apoyada por su público- y la americana Katie Ledecky. La badalonesa, dueña de cuatro medallas olímpicas, 13 europeas y tres a nivel mundial se lanzará al agua este domingo en la que será su jornada más complicada con hasta cuatro pruebas programadas. Dos series del 200 estilos, la fase preliminar del 400 libres y la posible final, donde podría caer su primer metal.