Eva Barrios se proclamó ayer subcampeona continental en K-1 5.000 metros al finalizar en segunda posición la prueba de esta distancia perteneciente al Campeonato de Europa que se disputó a lo largo del fin de semana en Bulgaria. Una cita en la que Zamora estuvo cerca de tener dos representantes en el podio durante su última jornada, ya que Carlos Garrote acabó en cuarta posición dentro del K-1 200 metros quedándose muy cerca de las medallas.

De nuevo en el podio, tremendamente feliz, Eva Barrios finalizaba con una gran sonrisa un nuevo reto vistiendo los colores de la selección española de piragüismo. Un rojo y blanco que la palista del Durius Kayak se está acostumbrando a combinar con el brillo de los metales, como hizo ayer en Plovdiv. Una localidad búlgara que pasará a formar parte de la historia del deporte zamorano cómo el escenario de su subcampeonato continental en K-1 5.000 metros.

No habían pasado ni quince días desde que Eva Barrios había subido al podio con el chándal de España pero ella estaba ansiosa por repetir. Por volver a lograr otra medalla en una cita de prestigio, otra presea que acompañara a la que lograda hace apenas dos semanas en aguas portuguesas junto a Aurora Figueras. Un bronce en el Campeonato de Europa de Maratón que la zamorana estaba dispuesta a empequeñecer en la otra gran cita continental: el Campeonato de Europa de Sprint.

La gesta, lograr subir al podio también en el campeonato disputado en aguas búlgaras, se antojaba complicada. Mucha rival fuerte entre las participantes y una distancia más corta, 5.000 metros, para intentar marcar diferencias sustanciales. Dos factores que Barrios supo manejar a la perfección, demostrando que la buena forma exhibida en Ponte Lima no fue un hecho aislado.

La palista de Durius Kayak no tuvo una carrera sencilla. Pese a firmar una buena salida y a estar siempre en el grupo de cabeza, las principales embarcaciones de la prueba no cedían terreno alguno. La húngara Bodonyi, la alemana Medert y la bielorrusa Grishina peleaban codo con codo con la zamorana para tomar el mando de la regata en una carrera de ritmo bastante elevado.

No tardaron mucho estas cuatro embarcaciones en abrir hueco respecto al resto de rivales. Un grupo de cabeza en el que Grishina no pudo estar hasta el final, dejando clara la lucha por los metales salvo imprevisto por parte de Bodonyi, Medert y una Eva Barrios dispuesta a dar el do de pecho en los metros decisivos.

La más grande de las distancias del Campeonato de Europa acabó decidiéndose como una de las pruebas más rápidas de la cita de Plovdiv, al sprint. En apenas 200 metros, tanto la húngara como la alemana y la zamorana se jugaron el todo por el todo. Una pelea que se resolvió en favor de Bodonyi por minúscula diferencia.

Barrios puso toda la carne en el asador y, durante algunos metros, pareció que podría coronarse campeona de Europa. Sin embargo, Bodonyi aguantó el envite de la española y cruzó la línea de meta con un tiempo de 21.40.570. Un crono solo 540 milésimas mejor que la palista de Durius Kayak, que se hizo con la medalla de plata con poco más margen sobre la alemana Medert (660 milésimas), tercera de un podio al que Eva Barrios subió muy contenta. Y es que, pese a haber perdido la ocasión de ser la campeona de Europa en K-1 5.000 metros, la zamorana se colgaba su segundo metal continental del mes. Un hito importante, tanto como para no parar de sonreír.

Garrote, a una décima

La alegría pudo ser completa ayer en Plovdiv si, en el K-1 200 metros masculino, Carlos Garrote hubiera logrado subir también al podio. Un cuadro de honor para el que hizo méritos sobrados el zamorano en una final en la que acabó sin poder colgarse metal alguno al acabar cuarto.

Cerca, realmente cerca estuvo Garrote de volver con una presea de aguas búlgaras en el día de su cumpleaños.

Con gran determinación y tras firmar el sábado una excelente jornada que le situaba como uno de los favoritos en la lucha por los metales, Carlos Garrote se dejó el cuerpo y el alma para intentar liderar una regata que acabó coronando al actual campeón olímpico Liam Heath. El británico se impuso con un crono de 33.380 del que estuvo muy cerca el zamorano, que acabó a solo 677 milésimas del primer puesto. Una diferencia que bien le pudo valer el podio, sin embargo en ese corto espacio de tiempo, dos rivales cruzaron la meta antes que él.

Garrote acabó siendo cuarto en la Final A del K-1 200 metros porque, además de Heath, otros dos de sus grandes rivales le superaron por escaso margen. Primero el húngaro Bence Hovarth, al que ya se midió en la serie clasificatoria y que superó al zamorano por 600 milésimas; y después el serbio Dragosavljevic, único palista que venció a Garrote en semifinales y que le arrebató el bronce en el día de su cumpleaños por solo una décima. Una diferencia que obligó al español a conformarse con la "medalla de chocolate" en su cumpleaños pese a su excelente actuación.

Un cuarto lugar que, unido al sexto puesto de Laura Pedruelo y a la plata de Eva Barrios, redondea un gran Campeonato de Europa de Sprint para los intereses zamoranos.