El Fútbol Sala Zamora vivió, entre la noche del miércoles y la tarde de ayer, una tormenta desatada a través de las redes sociales por un nutrido grupo de miembros del cuerpo técnico y de la plantilla saliente. En total, trece firmantes suscribieron un comunicado en el que denunciaban unos supuestos "impagos" por parte del presidente, Justy Fernández, no solo a los propios futbolistas y entrenadores, a quienes adeuda el mes de mayo, sino también a los dueños de los pisos donde se alojaban, al restaurante en el que comían o al responsable de las instalaciones donde entrenaban. Es decir, al propio Ayuntamiento de la capital.

El conflicto estalló pasadas las once y media de la noche del miércoles cuando, a través de la cuenta oficial de Twitter del club, el grupo de futbolistas y entrenadores descontentos con el trato dispensado por el presidente publicaba un mensaje expresando este malestar: "Empezó a pagar a dos meses vencidos hasta que sólo dejó pendiente la nómina de mayo", rezaba el comunicado, en el que los trece díscolos subrayaban también que algunos miembros de la plantilla "tuvieron que pedir dinero prestado a sus familiares y amigos para poder seguir viviendo decentemente mientras el "señor presidente" daba largas y excusas".

Por otro lado, los trece firmantes apuntaban que la actitud del delegado del equipo, Manuel Martínez, afectó al día a día del grupo: "Estuvo malmetiendo e inventando todo tipo de cosas y provocando malestar en la relación presidente - plantilla", rezaba el texto, en el que también quedaban señalados "dos jugadores zamoranos, en especial uno que no quiso integrarse y que, con la ayuda del delegado, intentaba perjudicar al resto del grupo".

El comunicado finalizaba con una lista en la que aparecían los implicados en esta serie de quejas: Antonio Fernández, Gabriel, Antonio, Iván, Cerca, Morales, Jose, Alex, Guille, Andrés, Ibra, Chivu y Fernando.

A raíz de este comunicado, desde el seno del FS Zamora se transmitió una sensación de estupor e incomprensión ante un mensaje inesperado que tuvo respuesta pasado el mediodía con un comunicado oficial por parte del club. En este texto, la entidad rojiblanca reconoce que le debe una mensualidad tanto a la plantilla como al entrenador de la pasada temporada, pero lamenta "profundamente" que el equipo saliente pretenda "empañar la imagen del club y de su presidente".

Asimismo, desde el FS Zamora, se reservan su derecho de "ejercer acciones legales contra la persona o personas que tratan de perjudicar la imagen del club" y que, a su juicio, han actuado "con mala fe".

Impagos de instalaciones

Una de las denuncias que realizan los exjugadores y exentrenadores del FS Zamora tiene que ver con la deuda que mantiene el club con el Ayuntamiento por el uso de las instalaciones municipales. Desde la Concejalía de Deportes, su responsable, Manuel Alesander Alonso, omite cualquier comentario particular acerca de los clubes que deben dinero por este concepto, pero advierte que todas las entidades que están en esta situación han recibido una notificación para abonar dichas cantidades en tres días que comenzarán a correr a partir del 15 de julio. De no ponerse al corriente de pago, habría un "recargo" y peligraría el uso futuro de las instalaciones y el cobro de cualquier subvención.