El segundo día de competición de la Vuelta a Zamora llega con un terreno rompepiernas por Aliste y Alba, y una mínima incursión en Portugal, que podría hacer muchas diferencias tanto por los continuos repechos, muchos de ellos no puntuables, a los que se enfrentarán los ciclistas, como por la posibilidad de que sople el viento y se creen abanicos.

Otra de las dificultades añadidas para esta jornada es el poco descanso que tendrán los conjuntos al acabar ayer más tarde de las 20:00 el sector de tarde con llegada en Mombuey.

Caja Rural intentará controlar la carrera, permitiendo fugas en las que no se cuelen hombres de la general y así poder mantener sus opciones de victoria final intactas.

La carrera hará una pequeña incursión en Portugal y transitará durante gran parte de la tarde por terreno de la Reserva de la Biosfera, lugar que los ciclistas podrán admirar si la velocidad de la carrera lo permite.

La serpiente multicolor saldrá de Tola y subirá, entre otros, los altos de Lagonota y Nuez antes de encarar el final en la zona de Alba en la que, sin puertos puntuables, los esforzados ciclistas tendrán que hacer frente a varios repechos hasta llegar a la línea de meta en Domez de Alba.