El presidente de la Federación de Castilla y León de Piragüismo, Alberto Amigo, denunció ayer en rueda de prensa el delicado momento por el que atraviesa el Descenso Ibérico del Duero que alcanzará el próximo día 2 de julio su 44ª edición. Amigo pidió al Ayuntamiento un mayor apoyo económico para que la competición pueda regresar a la Copa España de Ríos y recobrar la alta participación que llegó a tener.

El Descenso cuenta este año con tan sólo 6.000 euros de presupuesto, cuando llegó a disponer de cuatro veces más, y reunirá en Zamora a unos 400 palistas pertenecientes a 35 clubes, casi la mitad de participación que en épocas anteriores.

"En años de auge, el Descenso llegó a ser una de las regatas de ríos más importantes en el panorama nacional con más de 600 participantes y hasta 70 clubes. Pido un esfuerzo al Ayuntamiento de Zamora porque la regata está perdiendo su prestigio", dijo Alberto Amigo quien explicó que "con un esfuerzo enorme, a pesar de esta situación, la prueba se ha salvado en estos últimos años".

En cuanto al tema competitivo, el Descenso Ibérico continuará con el formato de temporadas anteriores aunque este año, la escasez de agua que lleva el río Duero puede condicionar su desarrollo y habrá que realizar más porteos que en años anteriores.

Esta nueva edición del Descenso fue presentada ayer en el Ayuntamiento en un acto al que, además de Alberto Amigo, asistió el concejal de Deportes, Manuel A. Alonso; el delegado provincial de Piragüismo, Rubén García Pedruelo, y el director de Comunicación de Caja Rural, Narciso Prieto.

Esta nueva edición será además la décimo cuarta del Descenso Popular del Duero (Villaralbo-Zamora) y del Descenso Ibérico de Infantiles, prueba puntuable para la Copa Junta de Castilla y León.

Como es tradicional, desde Fresno de la Ribera tomarán la salida los barcos de uno y dos tripulantes de las categorías superiores, mientras de Villaralbo partirán los más pequeños.