Cuatro días, cinco etapas y 469,1 kilómetros. Sobre ese campo de batalla se definirá la XXXIV edición de la Vuelta Ciclista a Zamora dentro de poco más de dos semanas. Una cita cuyo recorrido dio hoy a conocer la organización del C.D.C. Zamora, un trazado que tiene de todo: desde jornadas propicias para el sprint a un duro final en alto pasando por dos etapas contrarreloj, una por equipos y otra llana.

La carrera comienza el martes 12 de julio con un clásico del ciclismo ahora algo en desuso: un doble sector. Primero, una contrarreloj por equipos de 13 kilómetros entre Villalobos y Villalpando donde se establecerán las primeras diferencias. Probablemente no serán definitivas, pero ya dejará huecos en la general. Por la tarde, una etapa corta de 96 kilómetros entre las localidades de Tábara y Monbuey que, eso sí, tiene un perfil quebrado y los últimos 10 kilómetros son siempre ascendentes. Podrá llegar un grupo relativamente numeroso.

Entre Tola y Domez discurrirá la segunda etapa, sobre un recorrido de 124,8 kilómetros, con una incursión en Portugal durante el primera tercio de la etapa. Se trata probablemente la más asequible de todas y propicia para gente rápida. Eso sí, no es ni mucho menos una jornada llana: “Entraremos en el país vecino por el Alto da Petisqueira, en la Reserva de la Biosfera. Para nosotros es muy importante que se haya implicado en nuestra carrera, pues el ciclismo y el respeto al medioambiente deben ir de la mano y estos son pasos importantes en esa dirección”, explica el organizador de la prueba, Manuel Campesino.

Pero el viernes 14 de julio tendrá lugar la etapa reina. De nuevo se saldrá del municipio de Mombuey, esta vez en dirección a la sierra occidental de la provincia, ya cerca de la frontera con Galicia. Línea que también se cruzará durante varios kilómetros. Serán cinco puertos: dos de 1ª categoría, uno de segunda y otros dos de tercera. El final tendrá lugar en el exigente Alto de Morouxal, gran juez de la carrera con unos 7,5 kilómetros al casi el 10% de pendiente media y con máximas del 17% hasta llegar al parque eólico: “Los últimos 15 kilómetros de esa etapa son tremendos. Antes de Morouxal se sube A Canda desde Castromil, donde hay rampas de hasta el 18%. Es cortito, pero durísimo. La etapa tiene un desnivel acumulado de más de 2.540 metros”, explica Campesino.

Y si la general no está del todo aclarada, para el sábado la jornada final será tan corta como intensa. Una crono individual de 6,7 kilómetros con salida en Villaralbo y llegada a la Plaza de Viriato, en plena capital zamorana y un repecho final de un kilómetro que aumenta las posibilidades de que se hagan diferencias: “La cuesta final también tiene un 17% de pendiente durante unos 300 metros. La crono es corta, pero si la general está ajustada puede darse la vuelta allí”, cierra el presidente del CDC Zamora.