Daniel Sanz San Fructuoso, reciente campeón de Europa con la selección española en Minsk, fue ayer el vencedor de la última prueba del Circuito de Carreras Populares de la USAL con motivo del VIII Centenario celebrada en Zamora. Una carrera con salida y llegada en el campus de Viriato que estuvo marcada por el intenso calor y la baja participación a diferencia de en anteriores ediciones.

El salmantino fue el más rápido sobre el trazado de diez kilómetros a lo largo de la ciudad con transcurso por las orillas del Duero. Firmó un crono de 30 minutos y 30 segundos, dejando claro que es todo un especialista en esa distancia, en un ejercicio brillante para llegar bastante holgado a la meta por delante de Iván Roade (campeón en categoría absoluta).

Sanz señaló como clave de su victoria "marcar un ritmo fuerte desde el inicio" y "mantenerlo a lo largo de la carrera", consiguiendo así quedarse "solo al frente de la prueba en el kilómetro seis" y pasar a mantener su ventaja en los metros finales buscando "evitar cualquier tipo de desfallecimiento como consecuencia del calor". Unas altas temperaturas que disuadieron a más de un atleta inscrito de tomar la salida, quedando la participación de la categoría absoluta en 77 corredores.

De entre todos los presentes, además del dominio de Sanz, quien admitió que llegaba en buena forma pues hace solo una semana luchó por su principal objetivo de la temporada, varios atletas de clubes zamoranos destacaron en la cita. Por ejemplo, el tercer clasificado de la general, Marcos Gómez del Vino de Toro Caja Rural. También a Marco Antonio de la Fuente, del Atletismo Zamora, como ganador de la categoría Master 40, y a su compañera de club Paula Santos, vencedora de la categoría absoluta y tercera fémina en cruzar ayer la meta.

Pero los clubes zamoranos no solo destacaron en la categoría absoluta, también en las pruebas destinadas a las categorías inferiores. Dos carreras con niños de diversos clubes exhibiendo buenas maneras y mucha velocidad pese al imperante calor que hizo acudir a pocos aficionados a disfrutar de su esfuerzo. Una entrega como la personificada por el pequeño Adrián, protagonista en la segunda y última carrera infantil al dar dos vueltas completas al campus de Viriato tras sufrir un "pinchazo" en la salida. Un dolor que llevó a la organización detenerle, para evitar que se agravara su lesión, pese al firme intento del joven en acabar la prueba.