El pabellón Ángel Nieto acogió ayer el final de una nueva edición del Torneo Clausura "Memorial Pedro Cordero" que organiza La Amistad 2.000 una vez acabados los campeonatos provinciales para dar continuidad a la temporada de los jóvenes jugadores zamoranos de los cuarenta equipos. Conjuntos que han medido sus fuerzas durante el último mes bajo una única y gran premisa: divertirse antes que competir, convivir antes que que pensar en ganar cada partido.

La intención de la organización era conseguir que ayer todos los participantes se sintieran campeones del torneo, aunque no disputaran ninguna de las finales de cada categoría que se disputaron a lo largo de la jornada. Una meta que lograron, pues cada niño que tomó parte en la ceremonia final se fue con un regalo y su equipo con un trofeo, ganara en su categoría o no.

De nuevo, el Ángel Nieto fue una gran fiesta, con las gradas luciendo un colorido aspecto gracias a la presencia de muchos de los participantes y sus familiares, que disfrutaron además de cinco partidos -en líneas generales- bastante entretenidos y de buen nivel.

La jornada se abrió con la final infantil en la que River FS y Amor de Dios pugnaban por acabar como primeros en su categoría. Una deportiva pelea que acabó cayendo del lado de River FS, que ganó la final por un ajustado 4-3.

Aún más igualada fue la final alevín, en la que la actuación de Pablo resultó determinante para el River FS, que se alzó campeón en los penaltis (2-0) tras terminar el tiempo reglamentario con 2-2 en el marcador frente a Amor de Dios.

Misma reslución pero distinto campeón tuvo la final benjamín, en la que el San Lázaro empató 1-1 con La Amistad 2.000 para conquistar el torneo en los penaltis (3-2). Guión bien distinto al que se vivió en la categoría prebenjamín en la que ambos clubes volvieron a verse las caras, en esta ocasión con clara victoria de La Amistad 2.000 por 10-1.

El último partido fue la final chupetín, en la que Corazón de Jesús se impuso a La Amistad 2.000 por 1-0.