Rafae Nadal logró ayer el pase a octavos de final de Roland Garros, tras conseguir su triunfo más abultado en sus trece apariciones en el torneo y 77 partidos, al derrotar al georgiano Nikoloz Basilashvili por 6-0, 6-1, 6-0, en 1 hora y 30 minutos. Hasta ahora, la victoria más abultada de Nadal en Roland Garros fue la que consiguió contra el argentino Juan Mónaco en 2012, por 6-2, 6-0 y 6-0.

El español consiguió, además, ganar en su partido número 100 jugado a cinco sets sobre tierra batida, en los que solo ha perdido dos, ambos en París.

A un día de cumplir 31 años, algo que consideró que "no es una buena noticia", Nadal impresionó al torneo que aspira a ganar por décima vez, algo que ningún hombre ha logrado a lo largo de la historia en ningún Grand Slam. "No sé si he logrado la perfección hoy, he hecho un buen partido, era importante volver a hacerlo en esta pista que tantas alegrías me ha dado, gracias a todo el mundo", señaló tras un partido que le lleva a octavos por duodécima vez.

En una tarde que amenazaba lluvia, Nadal se apresuró a lograr el triunfo, tanto que la derrota de Basilashvili rozó el escándalo.

El primer set se lo anotó en 23 minutos y perdiendo solo 8 puntos. Tardó 49 minutos en dejar escapar el primer juego, y el único, cuando los truenos resonaban en el encapotado cielo parisiense y chispeaban las primeras gotas; y aceleró para ganar antes de que cayera la tormenta.

Fue su vigésima victoria sobre tierra batida de una temporada en la que solo ha concedido una derrota en esa superficie, la que le propinó en los cuartos de final de Roma el austríaco Thiem.

Por su parte, Garbiñe Muguruza, defensora del título y cuarta favorita, ya está en octavos de final tras derrotar a la kazaja Putintseva por 7-5 y 6-2.