Ni el sueño, ni las ojeras, ni siquiera la falta de voz impidió que la expedición del Balonmano Zamora MMT Seguros tuviera su recepción oficial en la Diputación de Zamora y fuera homenajeada por la presidenta de la institución provincial, Mayte Martín Pozo, a las 12.00 horas de un día que iba a ser muy largo para los zamoranos pero que ningún componente iba a querer que se acabara.

Por debajo de las ojeras, siempre una sonrisa en todos y cada uno de los jugadores, directivos o cuerpo técnico que iban entrando en el Salón de Plenos de la Diputación, ese que se pisa tras la victoria, como una puerta grande. Alegría inmensa de Jortos, uno de los grandes veteranos de esta generación que, no por reincidente en esto de ascender, tenía menos ilusión que Raúl Maide o Magariño, ambos en una nube. El capitán, que repetía el peinado que le llevó a ascender hace tres años en Santander, agradecía el esfuerzo "titánico" de sus compañeros y del cuerpo técnico, además de alabar a la afición, algo que ya hiciera en la previa, antes de conocer si finalmente habría ascenso.

Mayte Martín Pozo se enfundaba la camiseta pistacho, una parecida a la que ya tiene, pero con especial ilusión por ser la conmemorativa del ascenso. Ante los gritos de "nuevo fichaje" de una plantilla eufórica, la presidenta prometía seguir siendo una habitual en las gradas del Ángel Nieto siempre que las obligaciones se lo permitan. Martín Pozo se lamentaba de no haber podido acudir a Palma del Río aunque, por otro lado, también agradecía no haber sufrido tanto como en los partidos que ve en el pabellón zamorano.

La presidenta de la Diputación provincial, en nombre de todos sus integrantes, quiso dar la enhorabuena a los pistacho y aseguró que desde la institución se mantendrá el apoyo a la familia del Balonmano Zamora el próximo año, como se ha hecho en los anteriores. Una apuesta que también mantendrá el principal patrocinador del club, MMT Seguros, que además de alabar el trabajo incansanble de los pistacho, aseguró que se mantendrá a su lado en Asobal.

Por su parte, José Antonio Quintana, quiso agradecer el apoyo que existe detrás del Balonmano Zamora para que estos sueños sean posibles. Unos apoyos importantes, como los que realizan MMT Seguros y la Diputación de Zamora y que permiten que sea más fácil el trabajo desde los despachos del club. Quintana quiso regalarle a la Diputación provincial una camiseta conmemorativa del ascenso, mientras que Martín Pozo entregó, a los flamantes jugadores de Asobal, una reproducción a escala de Viriato, el guerrero que tanto se identifica con el sentir del club pistacho.

En el Ayuntamiento, representantes de todos los grupos políticos recibieron al equipo que yue llegando a cuentagotas porque algunos jugadores se paraban a hacerse fotos con aficionados.

"Que bote Guarido" le cantaron los pistacho al alcalde, que acabó botando, igual que el concejal de deportes, Manuel Alonso. Al igual que por la mañana con Mayte Martín Pozo, José Antonio Quintana quiso regalarse una camiseta a Francisco Guarido que no dudó en ponérsela mientras el equipo disfrutaba de la celebración en el balcón consistorial.

El concejal de deportes, que el domingo estudiaba para nu examen, vivió el partido en su móvil mientras estaba en la biblioteca, algo que no dudó en contarle a los jugadores mientras les explicaba lo mal que lo había pasado. "Es un día también importante para mi, porque es la primera vez que vivo un ascenso a la élite en el cargo. Enhorabuena, os lo habéis merecido" comentaba el concejal en el Salón de Plenos.

Francisco Guarido, por su parte, celebraba una "gran noticia para el club" que a la vez era también "una gran noticia para la ciudad" que disfrutará de la máxima categoría del balonmano español en la Liga Asobal.