El MMT Seguros ascendió ayer a la Liga Asobal, la élite, la cima de una montaña que comenzó a escalar hace poco menos de un año tras caer derrotado en Irún. Un camino difícil que pasó por Palma del Río, donde vivió un auténtico infierno antes de alcanzar la gloria.

Desde su llegada a "El Pandero", los zamoranos fueron increpados por un sector de la afición andaluza al grito de "Puta Zamora" y "Putos zamoranos", palabras que les designaban como el equipo a batir por los anfitriones, cuya afición llenó la caldera del pabellón cordobés y empujó al máximo a su equipo para hacer aún más valioso el éxito de los "Guerreros de Viriato", cuyo autobús tuvo hasta dificultades para aparcar junto al pabellón horas antes del duelo decisivo.

El conjunto de Eduardo García Valiente tiró de madurez para superar todas las dificultades y, con veteranía, intensificó su concentración en los vestuarios. Mensajes claros, confianza ciega en el equipo y ánimos que encontraron su continuidad desde la grada. Y es que, de nuevo, el MMT Seguros estuvo acompañado por una fiel afición que nunca le ha dado la espalda. Quizá menos numerosa que en otras ocasiones, pero igual de apasionada e irreductible que los jugadores a los que alienta.

Al final, juntos y dando rienda a su fe, unidos y creyendo en sus posibilidades de convertir el regreso a la Liga Asobal en una realidad, el MMT Seguros supo salir victorioso del infierno para convertir el intenso calor y los gritos en su contra en el escenario perfecto para una ducha de champagne y un irónico himno para destacar su capacidad para hacer frente a la adversidad. Esa seña de identidad que le obliga a luchar hasta el final y que le ha llevado a tener apoyos en toda España y dejar en lo más alto el nombre de su ciudad. Una Zamora que disfrutará hoy del ascenso con una celebración por todo lo alto, mientras la delegación que pudo desplazarse hasta Palma del Río ya alargó la madrugada del domingo hasta que casi se veían los rayos de sol de este lunes.

Al final, los zamoranos vivieron su particular infierno en tierras cordobesas pero han acabado tocando un cielo del balonmano español del que disfrutarán durante la próxima campaña jugando en la LIga Asobal y pudiendo ver, en directo, en un renovado Ángel Nieto, a algunos de los mejores jugadores del planeta que tendrán que sudar tinta para poder llevarse los dos puntos ante una generación que no se rinde nunca y que ya tiene experiencia en la máxima categoría.