Gastón Mouriño fue uno de los jugadores que aterrizó este verano en Zamora después de lograr ascender el pasado año con Irún, precisamente frente a su nuevo equipo. Con su segundo ascenso bajo el brazo no podía evitar acordarse de su ascenso ante el grupo del que hoy forma parte. "Es increíble, el año pasado tuve un sentimiento parecido pero ahora no tengo palabras" dijo emocionado al acabar el partido. Además añadió: "Este ascenso tiene mucho más valor porque fui partícipe, jugué lo que tenía que jugar y lo he trabajado todo el año".