El pasado 29 de octubre, en una de sus mejores actuaciones de la temporada, el MMT Seguros derrotó al Balonmano Alcobendas tras remontar cinco goles de desventaja. Dos paradas de Maciel antes de la bocina final permitieron a los pistacho sumar dos puntos de prestigio y dar un golpe sobre la mesa en una de las canchas más complicadas de la categoría. Sobre la pista del pabellón de Los Sueños de la localidad madrileña se sucedieron los gestos de euforia de un equipo pistacho que era consciente del valor de la victoria.

No obstante, para uno de los jugadores del cuadro zamorano, ese festejo fue tan intenso como efímero. Sin apenas estirar y tan solo unos minutos después del final del encuentro, Luis Cano 'Peli', que había colaborado con dos goles al triunfo de los suyos, se marchó a la ducha y salió a toda prisa del pabellón junto al presidente, José Antonio Quintana. ¿El motivo? Su trabajo en la fábrica de Michelín de Valladolid, donde aquel sábado le esperaban para realizar el turno de noche. No fue un caso aislado.

Durante toda la temporada, Peli se ha visto obligado a cuadrar turnos para poder entrenar y jugar con el MMT Seguros sin ver perjudicado su rendimiento laboral. Esta exigencia le ha llevado a perderse alguno de los desplazamientos y a ir y volver de varios de ellos en coche particular, como le sucedió a la conclusión del partido en Torrelavega. Su caso es el más paradigmático, no solo por el tipo de empleo, sino por el hecho de que el puesto no se encuentra en Zamora, pero no es el único. El Balonmano Zamora cuenta en sus filas con varios 'currantes' más.

De hecho, algún otro jugador también se ve obligado a coger el coche cada día para cumplir con su labor antes de afrontar las exigentes sesiones de entrenamiento que ha de llevar a cabo un equipo que aspira a ascender a Liga Asobal. Es el caso de Guille, que realiza tareas de gestión en una empresa de Medina del Campo antes de calzarse las zapatillas para entrenar, o de Fernando, que es profesor de educación física en el instituto de Muga de Sayago.

También es profesor, pero de pádel, Octavio Magadán que, a pesar de ser una de las revelaciones de Asobal hace dos temporadas o de ser un referente de Honor Plata en la actualidad, sigue cogiendo la pala para dar clases de una disciplina muy diferente a la que le ha convertido en una de las grandes figuras del deporte zamorano en los últimos años.

Tampoco dedica su tiempo en exclusiva al balonmano el capitán de la nave pistacho, Jorge Martín 'Jortos', que ejerce como bombero en el parque de Zamora y que acostumbra a acumular los turnos de fin de semana en el verano para que no interfieran con la temporada deportiva, un sacrificio que llega acompañado del establecimiento de horarios que también le faciliten acudir a la mayor parte de los entrenamientos.

En el caso de los más veteranos de la plantilla, Iñaki ejerce como profesor en la Universidad de Salamanca y Carletes regenta un establecimiento de hostelería y se dedica también a la venta de coches.

Todos estos ejemplos, junto a los que representan aquellos jugadores que compaginan el deporte con sus estudios, aportan valor al esfuerzo de una plantilla que se mueve cerca del mundo profesional sin que sus miembros renuncien a sus quehaceres diarios. Temporada tras temporada, del trabajo al Ángel Nieto.