Con la piel de gallina. Así abandonó ayer cada uno de los compañeros, familiares y amigos de Carletes la sala de prensa del Ángel Nieto, entrañas de un pabellón que siempre será su casa y que ayer vibró por el adiós del extremo zurdo.

Tras el bonito homenaje sobre la pista y el adiós al público, Carletes tuvo que afrontar ese momento que llevaba años evitando. El jugador no estuvo solo, comenzando por el presidente de un BM Zamora que "siempre será su casa".

"Hoy es un día muy duro para mí porque se va un amigo, porque alguien muy importante dentro de la estructura de este club cuelga las zapatillas y deja las pistas", afirmó José Antonio Quintana tratando de no dejarse llevar por la emoción del momento.

"Solo podemos tener palabras de agradecimiento para alguien que ha estado 17 temporadas en este club, desde que se reflotó. Todo en la vida tiene un principio y un final, y Carlos ha decidido que este era su momento y solo podemos darle las gracias", continuó para recordar el valor de un "jugador muy difícil de encontrar que, rendirá más o menos sobre la pista, pero que aporta muchísimo al vestuario y es fundamental para que una estructura como el Balonmano Zamora funcione". Una realidad que obligó al presidente a sincerarse con todos al dirigirse al ayer capitán del MMT Seguros para avisarle: "Hoy dejas las pista pero no te desvinculas del club porque no te vamos a dejar". Una frase que arrancó alguna carcajada.

Las siguientes risas corrieron a cargo del gran protagonista, un Carletes que confesaba sentirse "más tranquilo" tras haber llorado el día antes despidiéndose de la plantilla y que daba por concluida su etapa como jugador con un escrito. Si bien es cierto que quiso añadir un "por ahora", que a todos hizo sonreír.

El incombustible extremo zurdo arrancó su discurso asegurando que había sido "una decisión complicada" pero que era hora de poner punto y final a una carrera en la que tuvo "la suerte de disfrutar gran club e ir de la mano en su crecimiento y superación".

En gran silencio, la sala de prensa del Ángel Nieto quedó pequeña y pronto se inundó de una nostalgia incontenible al recordar Carletes todos aquellos "momentos duros en categorías de las que ya ni nos acordamos y que son los cimientos de lo que ahora es el MMT Seguros", admitiendo que "es una satisfacción echar la vista atrás y ver como se fue subiendo peldaños, ganando fases de ascenso para llegar a la máxima categoría. Y todo ello dentro de un grupo que más bien es una familia. Creo que también esa ha sido la clave de los éxitos. Es por lo que se me hace tan difícil decir adiós. prefiero un hasta luego". Y para entonces, muchos ya no podíamos contener las lágrimas.

Carletes prosiguió su adiós dando las gracias a la prensa por el trato recibido, a la afición por su apoyo y cariño, como el que recibió ayer y que "nunca" olvidara. Por supuesto, a su familia por "entender" que significa el balonmano para él y, como no podía ser de otra forma, a sus tres más íntimos compañeros en su viaje deportivo. Una última despedida para la que necesitó coger aire, sin poder evitar emocionarse dejando su voz temblar y sus ojos empañarse.

"Gracias a Edu, por intentar entenderme aunque a veces no se lo he puesto fácil; al presidente por darme libertad para tomar mis decisiones; y por último, a Iñaki mi referente y el culpable de todo". Un último adiós al que añadió una nota de su particular humor: "Lo siento macho, te dejo solo". El broche a un discurso que cerró con el "1, 2, 3, Viriato", final de su etapa deportiva en el Ángel Nieto.