El Villaralbo regresó una vez más de vacío. Esta vez de Burgos, donde realizó méritos suficientes para puntuar pese a visitar uno de los feudos más complicados de la categoría como es el del Burgos Bupolsa, que se impuso por 3-1 en un partido en el que los zamornaos nunca tiraron la toalla pese a contar con mala fortuna y tener enfrente a un rival con más pegada. Y es que, solo su falta de acierto en los últimos metros le privó de haber dado un disgusto a los burgaleses.

Pese a que las dinámicas de ambos combinados otorgaban un claro papel de favorito al Bupolsa, los zamoranos llegaron a Burgos con la intención de amargar la tarde a los anfitriones y a punto estuvieron de conseguirlo.

Pese a no disponer de apenas tiempo para calentar, pues se presentaron en San Amaro tan solo media hora antes del arranque del duelo, el Villaralbo plantó cara a los locales desde el primer minuto. De hecho, de los zamoranos fueron las primeras ocasiones, como un disparo de Justy desde 25 y una potente volea de David Grande desde la frontal que hizo emplearse a fondo a Mario para enviar el balón a saque de esquina.

En cuanto corrigió sus desajustes defensivos el Atrio pudo dar un paso adelante y comenzó a volcar el juego en campo visitante. Marcos, a la salida de un córner, y Guti, en una falta lateral de Bellido, enviaron desviados sendos cabezazos que sirvieron para despertar de su letargo a los burgaleses.

Pero el CD Villaralbo no había dicho su última palabra, ni mucho menos. De hecho, a punto estuvo de adelantarse en el marcador en una contra letal en la que los zamoranos lanzaron un balón en profundidad sobre la cabalgada de Carly. Con todo el Bupolsa en campo riva,l el delantero zamorano se plantó solo ante Mario, al que intentó batir con un disparo cruzado desde el costado derecho que se estrelló en el segundo palo.

El partido no tenía dueño, pues el Atrio no tenía la claridad de ideas necesarias para serenar el juego a través de la posesión. Y el balón visitaba con asiduidad ambas áreas. En el tramo final del primer acto los de Santi Sedano estiraron líneas. Tobar y Átomo probaron a Ángel en un abrir y cerrar de ojos.

Acto seguido una acción de Tobar por el costado diestro terminó con un centro atrás que empalmó Guti. Ángel llegó a tocar el balón, pero le había superado cuando el defensor Escribano lo sacó bajo palos. Tras los avisos llegó el 1-0 en un centro perfecto de Pablo desde el costado derecho que recogió Dava en la corona del área. El centrocampista tiró de calidad para conectar un sutil golpeo de interior que se coló junto al palo.

Tras el saque de puerta intentó sorprender el Villaralbo desde la divisoria con un derechazo de David Grande que se estrelló en la parte superior del larguero.

Sin dueño arrancó de nuevo el segundo acto. Un fallo en el despeje de Bellido habilitó a Carly, en posición escorada, aunque su disparo no encontró portería. Pero de inmediato se desquitó el central burgalés. Y con creces. Recogió un balón rechazado a la salida de un saque de esquina. Regateó a su par y se soltó un zurdazo envenenado que se coló en la meta de Ángel.

Lejos de hundirse, el Villaralbo reaccionó de inmediato. Carly se aprovechó de la falta de intensidad de la retaguardia burgalesa para armar un disparo desde la frontal que, cómo no, se estrelló en el larguero con Mario ya batido. Y Dani Martínez fue el único que siguió la jugada para enviar a placer el balón con la cabeza al fondo de las redes.

Poco duró la alegría a los zamoranos, puesto que herido en su orgullo, se echó la manta a la cabeza en busca de la sentencia. Lo que encontró de forma inmediata. Dava destapó el frasco de las esencias para servir un perfecto balón interior sobre Tobar, quien definió con mucho temple por abajo para superar la salida de Ángel. Un gol, el 3-1, que acabó con la resistencia de un CD Villaralbo que pudo salir goleado, cosa que no mereció, si Sergio y Átomo hubieran atinado en sus últimos disparos.